De los 750 mil ciudadanos venezolanos que han ingresado a nuestro país en los últimos años, alrededor de 300 mil han terminado alguna carrera profesional o técnica en su país, según la ONG Unión Venezolana. Sin embargo, solo una mínima cantidad ha logrado que sus grados y títulos sean reconocidos por las autoridades peruanas, por lo que la mayoría labora como taxistas, obreros o ambulantes.
En el caso de quienes han culminado estudios universitarios, por ejemplo, solo el 1% de esos 300 mil ciudadanos ha logrado que sus títulos tengan luz verde en la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). “Durante todo el 2018 se han reconocido 2.513 solicitudes y de enero al 15 de mayo del 2019 se han reportado otras 526, lo que hace un total de 3.039 en ese periodo”, explica la institución que todos los días debe realizar una serie de averiguaciones para evitar aprobar documentos falsificados.
Pero, ¿por qué solo una pequeña cantidad de profesionales venezolanos logra que sus títulos sean reconocidos en el Perú?
Para entender esta problemática, según el presidente de la ONG Unión Venezolana, Óscar Pérez, se debe tener en cuenta las serias dificultades económicas y burocráticas que enfrentan ante la crisis en su país de origen.
Pérez señala, por ejemplo, que miles de sus connacionales tienen problemas en el trámite de estos documentos en sus propias universidades o en los registros virtuales; otros encuentran demoras en la obtención de la Apostilla de la Haya, que da validez a su título, ya que este procedimiento- que puede costar entre 1.000 y 3.000 dólares- es controlado por las mismas mafias dedicadas al tráfico de pasaportes en Venezuela.
Otra dificultad también es que, ya con esos gastos previos, no tienen los recursos necesarios para el pago del concepto del trámite (325 soles) que exige la Sunedu. Esto porque deben dividir ese monto con los de alquiler y alimentación en el Perú.
“Son obstáculos difíciles de superar. Así, sin el reconocimiento de sus títulos, nuestros compatriotas no pueden ejercer sus profesiones ni colegiarse, por lo que desempeñan trabajos con salarios más bajos”, agrega.
Por su parte, la Sunedu señala que la verificación de los diplomas de profesionales venezolanos es complicada por diversos problemas, incluida la propia operación virtual de las universidades en Venezuela (con sus registros). Esto hace que los trámites demoren más o se tengan que hacer algunas comprobaciones hasta con llamadas.
De acuerdo a estadísticas de la Superintendencia Nacional de Migraciones, los técnicos, ingenieros y docentes son los grupos más numerosos de profesionales venezolanos que han ingresado al Perú. Por ejemplo, el primer sector tiene 23 mil 501 registrados (5.6%); el segundo, 23 mil 164 (5.6%); y el tercero, 21 mil 882 (5.3%). Estas cifras se han desprendido de los 416 mil extranjeros que tramitaron su Permiso Temporal de Permanencia (PTP) hasta octubre pasado, mas no de los otros 300 mil que se encuentran con visa de turista, con estatus de refugiado o de forma irregular.
Pedido al Gobierno
La ONG Unión Venezolana ha planteado al Gobierno peruano reinsertar a los profesionales de su país en el mercado laboral, sobre todo en las regiones donde hay mayor déficit de estos, como en la sierra y selva.
La clave
– El Ministerio de Trabajo señala que gran parte de los venezolanos en el Perú no termina trabajando en un empleo formal sino que generan su propio negocio. Otros han pasado a formar parte del grupo de informales, lo que ha agravado la situación y ha impactado en el mercado laboral.