Lima, 2019.- Para las organizaciones se ha vuelto todo un desafío la convivencia intergeneracional. Encontrar la manera adecuada para integrar grupos de colaboradores que oscilan entre los 20 y los 50 años, sumado a la necesidad de entender las diferencias en su manera de pensar, de trabajar y de aprender.
Hablando puntualmente de las nuevas generaciones, como los millennials, quienes serán el 75% de la fuerza laboral el 2025 y centennials, hay que dejar claro que ambas buscan una mejor calidad de vida, sus decisiones siempre conllevan a un equilibrio entre lo laboral y lo personal. Estamos ante generaciones enfocadas a la acción, que buscan cambio y evolución constante, una necesidad que las organizaciones no pueden pasar por alto.
Así mismo, para estas generaciones es fundamental trabajar en empresas que compartan sus valores y brinden un salario emocional. Julián Melo, CEO UBits, recientemente expresó “Los millennials renuncian no por el salario que perciben, ni por el propósito de la empresa. De hecho, el propósito de la empresa es la razón por la que deciden trabajar en una compañía. Ellos renuncian porque no están aprendiendo lo suficientemente rápido.”
Este problema puntual, se resuelve entendiendo la forma en la que ellos aprenden y se desarrollan. Hay que iniciar conociendo sus 3 principales características: Falta de tiempo, o al menos creen no tenerlo; son distraídos en el sentido en que su capacidad de atención es menor a la de generaciones anteriores; y, por último, son impacientes porque van a una velocidad mucho mayor que sus predecesores.
De acuerdo a lo anterior, brindar nuevas herramientas para dar solución a sus necesidades y permitir su libre desarrollo dentro de la organización es la clave, no solo para capacitar, es una estrategia que se debe implementar desde el corazón de la organización hasta cada una de las áreas que nacen de allí. “La habilidad de aprender, crecer y progresar dentro de una compañía es el factor que genera sentido de pertenencia y lealtad hacia la empresa, pero adicionalmente es su principal motivador.” Finalizó Julián.
En conclusión, las nuevas generaciones quieren aprender a su propio ritmo, de manera rápida e inmediata; no están dispuestos a invertir tiempo en procesos que consideran innecesarios y necesitan progresar a gran velocidad dentro de las organizaciones. Adaptar la cultura organizacional a estas características es la solución para no perder los mejores talentos en las empresas.