Asunción. Paraguay declaró el estado de emergencia en una provincia limítrofe con Argentina mientras las lluvias torrenciales seguían provocando el desbordamiento de ríos y causando inundaciones.
Alrededor de 40.000 paraguayos se vieron obligados a abandonar sus casas.
El Gobierno envió este viernes varios convoyes con toneladas de alimentos a la localidad de Pilar, donde el 80% se encuentra inundada, y a la zona del Chaco paraguayo, donde hay miles de afectados.
En Pilar, capital del departamento de Ñeembucú, fronterizo con Argentina, hay 200 familias afectadas por las inundaciones que serán las receptoras de esa ayuda, dijo a los medios Joaquín Roa, ministro de la Secretaria de Emergencia Nacional (SEM).
Roa indicó que esta tarde salió un convoy con 14.000 kilos de alimentos, 2.000 carpas, embarcaciones ligeras, colchones y frazadas.
Se han enviado además bombas con capacidad de achicar 250.000 litros de agua por hora, señaló Roa, quien agregó que el nivel del río Paraguay al paso por Pilar no hace que corra peligro el muro de contención que rodea la ciudad.
Las fuertes lluvias afectan también, y desde hace días, a la región del Chaco paraguayo, con unas 25.000 personas afectadas, entre ellas varias comunidades indígenas.