Lima, mar. 6.
El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) identificó 171 zonas críticas por peligros geológicos en la región Cajamarca y precisó que al menos 73 familias de las provincias de Cajamarca, San Ignacio y Cutervo deben ser reubicadas ante la posibilidad de nuevos deslizamientos.
Segundo Núñez, especialista del Ingemmet, informó a la Agencia Andina que la mayoría de las zonas críticas corresponde a peligros por deslizamientos y huaicos.
Detalló que en la provincia de Contumazá se identificaron 30 zonas críticas; en Cajamarca, 26; en Jaén, 24; y en San Ignacio, 10, según estudios desarrollados en el 2010 pero que se encuentran vigentes.
“La brigada de especialistas del Ingemmet [Luis Albinez y Doreen Carruyo] que se encuentran en Cajamarca entregaron el lunes la información a las autoridades y representantes de Defensa Civil de Jaén y San Ignacio para que puedan adoptar medidas de prevención”, explicó.
Refirió que se entregó el boletín de la región Cajamarca, informes sobre zonas críticas y mapa de susceptibilidad de movimientos en masa, inundaciones y erosión, tras comentar que ayer se hizo lo propio con las autoridades de Chota y Cutervo.
Nuevos estudios
Núñez indicó que especialistas del Ingemmet viajaron a Cajamarca para evaluar peligros geológicos en varias zonas. En total, se determinó que 73 familias de tres provincias deben ser reubicadas ante el riesgo de nuevos deslizamientos.
En la zona de Puruay, en el distrito de Los Baños del Inca, provincia de Cajamarca, se constató que el deslizamiento registrado en diciembre afectó viviendas, un tramo de 30 metros de la vía que conduce a varios caseríos y postes de alumbrado público.
“Cinco familias deben ser reubicadas a 300 metros al noreste de su localidad, sobre la cima de una colina; ya se había determinado que Puruay es una zona crítica”, remarcó a la Agencia Andina.
En el sector San Lorenzo del distrito de Namballe, en la provincia de San Ignacio, los ingenieros geólogos del Ingemmet constataron daños en 27 viviendas y terrenos de cultivo.
Especialistas del Ingemmet entregaron los informes técnicos sobre peligros geológicos de la provincia de San Ignacio (Cajamarca) al teniente alcalde, Rigoberto García.
Los profesionales, provistos de drones, identificaron deslizamientos, derrumbes, erosión de laderas, así como evidencias de deslizamientos antiguos los cuales predisponen reactivaciones mayores que podrían afectar la localidad de San Lorenzo.
También se observaron construcciones recientes con agrietamientos, originados por la deformación del terreno. La evaluación geológica se efectuó en compañía del alcalde de Namballe y pobladores.
En esta zona deben ser trasladadas 60 familias, precisó Núñez, al indicar que se requiere reforzar las defensas ribereñas del río Namballe.
Otro sector inspeccionado por la brigada fue el caserío de La Esperanza, ubicado en el distrito de Pimpingos, provincia de Cutervo, donde deben ser reubicadas ocho familias.
A inicios de año, la institución publicó un informe sobre la localidad de Pimpingos, en el cual brindó recomendaciones. Estas fueron expuestas por los ingenieros del Ingemmet a autoridades y habitantes.
Núñez advirtió que por las condiciones geológicas y antrópicas de las zonas evaluadas (tipo de roca, pendiente del terreno, características hidrogeológicas), existe el riesgo de que ocurran nuevos deslizamientos.
Además, las lluvias, propias de la temporada, “son el factor detonante de los deslizamientos y huaicos”, puntualizó el especialista.
Recomendaciones
Frente a estos escenarios de peligro, el ingeniero geólogo del Ingemmet recomendó implementar sistemas de alerta temprana, limpiar cauces y quebradas, así como promover la reforestación, entre otras.
“Con las medidas correctivas ofrecidas por el Ingemmet se busca aminorar los efectos [negativos] de los peligros geológicos y que el impacto en la población sea lo menor posible”, subrayó.
Asimismo, hizo hincapié en que la población debe tomar en consideración las recomendaciones de las autoridades y especialistas, y acatar, por ejemplo, las reubicaciones para prevenir desgracias.