Washington, Estados Unidos
AFP
Estados Unidos y Rusia se enfrentaron sobre cómo ayudar a Venezuela, sacudida por la pugna por el poder entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, mientras este avanza en su gira por América Latina para reforzar su apoyo internacional.
Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Washington y más de medio centenar de naciones, se reunió con el presidente Mauricio Macri de Argentina tras ser recibido con honores de jefe de Estado por el mandatario paraguayo, Mario Abdo.
El periplo de Guaidó, que también lo llevará a Ecuador hoy, busca movilizar a la región sobre la necesidad de poner fin al mandato de Maduro, declarado “ilegítimo” por el Parlamento venezolano, y organizar nuevas elecciones para iniciar la “reconstrucción” del país.
Penas
Un día después de que Rusia y China vetaran una resolución estadounidense y europea en el Consejo de Seguridad de la ONU que pedía el ingreso “sin trabas” de ayuda humanitaria al empobrecido país, Estados Unidos sancionó a seis funcionarios de seguridad leales a Maduro por detener el fin de semana pasado los convoyes de asistencia enviada por Washington.
Los choques fronterizos dejaron cinco muertos y 300 heridos, según la ONU.
“Estamos sancionando a los miembros de las fuerzas de seguridad de Maduro en respuesta a la violencia reprensible, las muertes trágicas y la quema innecesaria de alimentos y medicamentos destinados a venezolanos hambrientos y enfermos”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchi.
Prohibiciones
Entre los sancionados están el comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, mayor general Richard Jesús López Vargas; así como Jesús María Mantilla Oliveros, comandante de una unidad encargada por Maduro para reforzar la seguridad en la frontera con Brasil.
Las sanciones consisten en el congelamiento de cualquier activo que estas personas puedan tener en Estados Unidos, y les prohíbe toda transacción financiera con individuos o entidades establecidas en suelo estadounidense.
Acusación de Rusia
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, señaló que espera que la presión internacional “enfríe a los exaltados de Washington” y reiteró las advertencias al gobierno de Donald Trump de no intervenir militarmente. Alegó que EE. UU. planea comprar armas pequeñas, lanzadores de mortero y misiles antiaéreos que enviará desde un “país de Europa del Este” y colocará “cerca de Venezuela”.
Una portavoz de la Unión Europea (UE) aseguró que el Grupo de Contacto Internacional (GCI) para Venezuela explora cómo “entregar una ayuda despolitizada” y considera importante “trabajar con otros socios humanitarios internacionales”.