En Latinoamérica, el cáncer es la segunda causa de muerte por enfermedad, después de las patologías cardiovasculares, reveló el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma.
Cada dos minutos, cinco personas reciben un diagnóstico de cáncer en Latinoamérica, subcontinente, donde se producen 1,4 millones de nuevos casos y 673 mil muertes cada año y la enfermedad sigue avanzando.
En septiembre de 2018, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizó el Observatorio Global del Cáncer y trazó un panorama alarmante: en todo el mundo, para el año 2040, la incidencia de la enfermedad crecerá un 63%, y el número de muertes se elevará un 71,5 por ciento.
Sin embargo, en regiones menos desarrolladas, como América Latina, donde el diagnóstico precoz y el acceso al tratamiento son más difíciles, el escenario es aún más grave: el número de casos crecerá 78% en los próximos 21 años, llegando a los 2,5 millones anuales, y las muertes por cáncer prácticamente se duplicarán, llegando a 1,3 millones de fallecimientos cada año.
Sobre este tema, el especialista dijo que los países de la región deben establecer estrategias de gobierno para promover la prevención y detección temprana del cáncer en todos sus territorios ya que al menos un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse. La prevención constituye el mecanismo a largo plazo más barato y eficaz para el control del cáncer.
Además, expresó que esta enfermedad si se diagnostica y trata a tiempo es curable, por eso es importante que la población conozca los factores de riesgo. “Los distintos tipos de cáncer tienen muchos factores modificables, como dejar de fumar, tener una alimentación saludable, beber menos alcohol, reducir el sedentarismo, entre otros buenos hábitos”, señaló.
Pero también mencionó que hay factores que no pueden cambiarse como la edad o los antecedentes familiares (genéticos), ante lo cual se debe estar atento y realizarse pruebas periódicas para detectar en forma precoz la enfermedad, además de la posibilidad de realizar un examen genético para identificar mutaciones (errores en los genes), que predigan un cáncer a futuro para poder tomar las medidas necesarias y que este nunca ocurra.