La otra mirada del jugador: Dibujos de Julio Hevia

El recordado psicoanalista dibujó desde los cinco años, viendo lo que nadie más podía ver y así nos dejó más de 100 trabajos artísticos. Parte de esta colección se podrá ver en el ICPNA de Miraflores.

Diciembre, 2018.- Julio Hevia Garrido Lecca (1953-2018) fue un intelectual prolífico pero además, en una faceta poco conocida, un talentoso dibujante. A lo largo de su vida produjo más de 100 trabajos a los que sólo tuvo acceso su entorno más íntimo.

De este modo, nos legó una interesante colección de dibujos, que a la par de mostrar una dimensión en apariencia paralela a su actividad intelectual, se presenta a sí misma como la faceta natural de un eterno jugador y explorador del mundo, del lenguaje de las formas y de una genuina narrativa visual.

Muestra de ello es la exposición “LA OTRA MIRADA DEL JUGADOR: Dibujos de Julio Hevia” una serie de 50 trabajos que serán expuestos en la Galería ICPNA Miraflores del 28 de diciembre al 6 de enero. El horario de visita es de martes a domingo de 11:00 a.m. a 8:00 p.m., el ingreso es libre.

Si bien la exploración y evolución constante marcaron su dimensión artística, es posible identificar diversos momentos o fases en su obra. Es así que, a su paso inicial por el figurativismo, que corresponde a su etapa adolescente, le suceden una constante e inagotable construcción de narrativas plásticas que, sugiriendo universos, paisajes e ideas, transitan entre lo onírico y futurista en concordancia con la mirada posmoderna que Julio Hevia desarrollara en sus investigaciones académicas. Es sobre todo la última fase de su creación artística la que, al igual que sus últimos ensayos, propone reflexión y análisis, así como múltiples lecturas al espectador/lector.

El curador de esta muestra, Eduardo Tokeshi, indica que esta exhibición es apenas una muestra del enorme talento de Hevia, y que ha sido una revelación descubrir a este intelectual mediático -que hacía un análisis claro y quimboso del hablar cotidiano- confrontarse con el artista visual que llevaba dentro y que trabajaba arduamente en silencio.