Las autoridades indonesias informaron que al menos 373 personas han muerto, 128 permanecen desaparecidas y 1,459 han resultado heridas por el tsunami desatado por la erupción del volcán Anak Krakatau en el estrecho de Sonda, entre las islas de Sumatra y Java.
La ola gigante, que golpeó esa área el sábado por la noche, también provocó 1,.687 desplazados y dañó 611 viviendas, 69 hoteles, 60 tiendas y 420 barcos, informó la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia.
Los expertos creen que el tsunami se creó a partir de un corrimiento de tierra submarino producido por la erupción del volcán Anak Krakatau, que no activó las alarmas que registran los movimientos sísmicos.
El volcán ha estado entrando en erupción casi a diario en los últimos tres meses, la última vez este domingo.
Labores de rescate
Todas las víctimas mortales son indonesias y su número podría incrementarse a medida que los equipos de emergencia acceden a las zonas afectadas que todavía no han recibido asistencia.
El distrito de Pandeglang, al que se escapan los fines de semana muchos capitalinos por encontrarse solo a unos 100 kilómetros de Yakarta, es la zona más afectada.
Las autoridades han habilitado varios centros de asistencia para las víctimas y desplazados, así como provisiones de comida, agua, medicinas, mantas y otros artículos de emergencia.
El Anak Krakatau, que significa en indonesio el “hijo de Krakatoa”, tiene una altura de unos 300 metros, un cráter lateral y se asienta sobre una isla cónica.
Se formó a raíz de la explosión del legendario Krakatoa, cuya caldera quedó derruida en 1883 tras una serie de masivas explosiones que costaron la vida de más de 36.000 personas y cuyos efectos se sintieron alrededor del mundo durante semanas.
Indonesia se asienta sobre el “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.
EFE