Buenos Aires, Argentina
EFE
El fiscal argentino ante la Cámara de Apelaciones, Germán Moldes, pidió ratificar la petición de detención contra la expresidenta y senadora Cristina Fernández (2007-2015) por la causa de una asociación ilícita para recaudar sobornos de empresarios, y respaldó los recursos de otros fiscales.
Tal y como lo hiciera el juez Claudio Bonadio, quien instruye la causa, Moldes consideró que “la jefa de la asociación ilícita es sin duda alguna Cristina Elisabet Fernández” y que, cuando se confirme la resolución, el juez Bonadio deberá cursar una petición de desafuero “y allí deberá procederse a la detención inmediata” de la expresidenta.
El pasado setiembre, Bonadio firmó el auto de procesamiento contra la exmandataria y sacó a la luz pública detalles de una investigación que se aceleró a inicios de agosto pasado con la aparición de unos cuadernos en los que un chofer de un exfuncionario kirchnerista anotó movimientos de dinero de los sobornos.
Pocos días más tarde, la Fiscalía argentina, de la mano de los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo, pidió ampliar a 913 los supuestos sobornos de los que un juez acusa a Fernández, y solicitó la detención de más empresarios implicados en la causa.
Ese es el escrito de apelación que respaldó Moldes, quien indicó que los empresarios Carlos Wagner, Ernesto Clarens y Gerardo Ferreyra y José López, deberían ser “categorizados como organizadores porque tienen un papel más preponderante”, aunque hasta el momento aparecen en la causa como “simples miembros de la asociación ilícita”.
Para que la exjefa de Gobierno vaya a prisión, el juez Bonadio tiene que pedir el desafuero –ya lo pidió por otra causa en diciembre, pero por el momento no prosperó, y por el caso de los sobornos lo dejó a expensas de que una Cámara superior lo confirme– y después el Senado argentino, del que Fernández es miembro, ha de aprobarlo.