Naciones Unidas
EFE
El presidente de EE. UU., Donald Trump, enarboló ayer en la ONU una “doctrina del patriotismo” como alternativa a los enfoques multilaterales, pero al mismo tiempo reclamó cooperación internacional para aislar a la “corrupta dictadura” de Irán y al “régimen represivo” de Venezuela.
Trump dio al segundo discurso de su mandato ante la Asamblea General de la ONU un tono todavía más nacionalista que en su debut en ese foro, al denunciar las “amenazas a la soberanía” derivadas del multilateralismo y rechazar la “legitimidad y autoridad” de la Corte Penal Internacional (CPI, con sede en La Haya).
“Nunca cederemos la soberanía de Estados Unidos a una burocracia global no electa y que no rinde cuentas”, subrayó Trump.
“Rechazamos la ideología de lo global, y abrazamos la doctrina del patriotismo”, agregó.
El presidente deploró “la dominación y el control” de las estructuras de “gobierno global”, y reivindicó el patriotismo como una fuerza de paz y una guía hacia “un mundo mejor”.
“Las naciones soberanas e independientes son el único vehículo en el que la libertad ha sobrevivido nunca”, indicó Trump.
Macron y Rohaní
El mandatario francés, Emmanuel Macron, con su defensa del multilateralismo, y el líder iraní, Hasán Rohaní, que acusó a EE. UU. de querer “instituciones internacionales ineficaces”, pusieron el contrapunto al “patriotismo” del presidente Donald Trump, lo que irritó a Washington.
Macron hizo un encendido discurso en el que se desmarcó claramente del unilateralismo de Trump e instó a los Estados presentes a “no firmar más acuerdos comerciales con los países que no respeten el Acuerdo de París” sobre el cambio climático.
Preguntado posteriormente en rueda de prensa sobre si esa postura quiere decir que no firmará pactos con EE. UU., Macron dijo que está dispuesto a seguir trabajando con Washington en cuestiones comerciales puntuales, como las conversaciones en el plano industrial que se están desarrollando o a llegar a acuerdos sobre tarifas.
Reprimenda política
Pero puntualizó: “Quiere decir que no habrá grandes acuerdos que sean posibles si no son conformes con el Acuerdo de París y nuestros propios objetivos”.
El discurso fue interpretado en medios estadounidenses como una reprimenda a las políticas de Trump y como un nuevo intento del mandatario francés por ocupar espacio en el liderazgo global que habitualmente ostenta el presidente de Estados Unidos.
Precisamente, el gobernante de Irán, Hasán Rohaní, acusó a Trump de hacer esfuerzos para que “todas las instituciones internacionales sean ineficaces” y dijo ante la Asamblea que hay líderes en el mundo con “tendencias xenofóbicas similares a la corriente nazi”.
Rohaní respondió así a las declaraciones de Trump, que pidió al mundo aislar a Irán y prometió que impondrá más sanciones contra el país, a la vez que defendió su retirada del acuerdo nuclear con ese país.
Asimismo, destacó la incoherencia de que EE. UU. se haya retirado del pacto nuclear, un acuerdo multilateral, pero a la vez invite a representantes de Irán a conversaciones bilaterales, algo que hizo Trump el pasado mes de julio.
“¿Sobre qué base o criterio podríamos firmar un acuerdo con una administración que se comporta así?”, dijo el mandatario iraní.
Apuesta por golpe militar
El presidente de EE. UU., Donald Trump, opinó que un golpe militar contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela podría triunfar “rápidamente” si las Fuerzas Armadas venezolanas se decidieran a organizarlo, y confirmó que él mantiene la opción militar sobre la mesa ante la crisis en ese país.
“Es un régimen (el de Maduro) que francamente, podría ser derrotado muy rápidamente si los militares deciden hacer eso”, dijo Trump en declaraciones a periodistas durante su primera reunión con el mandatario de Colombia, Iván Duque.
El presidente estadounidense no quiso descartar una posible acción militar contra Venezuela, una posibilidad de la que avisó por primera vez en agosto de 2017.
Latinoamérica
En esta primera jornada intervinieron los presidentes latinoamericanos de Argentina, Paraguay, Brasil, Ecuador, México, Perú, Guatemala y la República Dominicana, en su gran mayoría favorables al multilateralismo, al desbloqueo comercial con Cuba, al pacto de la migración y a la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.
Algunos de ellos tuvieron palabras de reconocimiento para la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, la primera mujer latinoamericana que ostenta la presidencia de la Asamblea General de la ONU.