El sistema inmunológico del ser humano está formado por un conjunto de mecanismos que protegen al organismo de infecciones por medio de la identificación y eliminación de dichos agentes que podrían desarrollar diversas enfermedades, incluido el cáncer.
En esa perspectiva, en los últimos años el abordaje del cáncer está cambiando de manera radical gracias a la aparición de la inmunoterapia o terapia biológica, la cual ha conseguido elevar las tasas de supervivencia en algunos tipos de neoplasias malignas que hasta hace poco tiempo se consideraban incurables.
La inmunoterapia, estimula al sistema inmune para que luche contra las células tumorales que andan enmascaradas y replicándose por el organismo activando las defensas para que las ataque directamente. No afecta las células buenas.
Al respecto, el Dr. Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, destaca el avance de este moderno tratamiento que en algunos casos, puede llegar incluso a ser curativo. “Hay resultados muy alentadores en casos de cáncer de piel, tumores urológicos, de cabeza y cuello, leucemias y hasta cáncer al pulmón”, agregó.
Los estudios han demostrado que este es el tratamiento por ahora más beneficioso para los pacientes, pues combate con mayor éxito las células malas y con menos efectos colaterales, pues son las propias fuerzas del organismo que potenciadas con medicamentos atacan el tumor.
En cuanto a los tipos de inmunoterapia, hay varios, entre ellas tenemos a los anticuerpos monoclonales, inmunoterapias no específicas, terapia con virus oncolíticos, tratamiento con células T y/o vacunas contra el cáncer.
En la actualidad un paciente puede combatir el cáncer con cirugía, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia y/o la inmunoterapia, está última con menos efectos colaterales.
Cabe mencionar, que en el 2013, la revista Science eligió a la inmunoterapia contra el cáncer como el principal hallazgo del año. En el 2016 el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) apostó un año más por esta línea de investigación como futuro en el tratamiento del cáncer.