Jue, 20.09.2018
Jirón Nazca 722
Jesús Maria
Lima 11
Beethoven sinfonías 4 y 7
Ya en el año 1804, antes de finalizar la “Eroica”, Beethoven comenzó a trabajar en su quinta sinfonía. Antes que esta obra estuviera terminada, a comienzos de 1808, el compositor nuevamente dio preferencia a otra obra sinfónica: la cuarta, menos problemática desde el punto de vista conceptual, que en palabras de Robert Schumann es como “una delgada muchacha griega entre dos gigantes del norte”, siendo “griega” – y Schumann con toda seguridad lo pensaba en sentido positivo – seguramente significa en primer lugar “clásica”, por lo tanto siguiendo “la forma acostumbrada”. En 1844 Hector Berlioz escribió sobre esta obra, con la que Sir Simon Rattle continua su Ciclo sobre Beethoven: “Aquí Beethoven abandona completamente la oda y elegía, para regresar a los menos agraciados, pero quizá no menos difíciles estilos de la segunda sinfonía. El carácter de la partitura es en general vivaz, fresco, alegre o de una delicadeza celestial”.