Vivir la experienca de cómo fueron los terremotos de Pisco, de magnitud 7.9, o el ocurrido en el 2011 en Japón, de 9 grados, es ahora posible gracias al Vehículo Simulador Sísmico que la Universidad de Ingeniería (UNI) ha puesto a disposición del público, niños y adultos.
Donado por el gobierno de Japón, esta unidad móvil se encuentra a cargo del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID), de la UNI, entidad ante la cual se debe gestionar la visita vía su web.
Tras la presentación del vehículo, en presencia del embajador embajador de Japón en Perú, Sadayuki Tsuchiya; el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil, Jorge Luis Chávez Cresta; y el rector de la UNI, Jorge Alva Hurtado; entre otras autoridades, el director de Cismid, Miguel Estrada, explicó las bondades de esta tecnología.
“Pasar por esta experiencia busca sensibilizar a la población para que no construya sus viviendas de manera informal sino bajo la supervisión de un ingeniero autorizado”, subrayó Estrada en diálogo con la Agencia Andina.
El vehículo simula los terremotos ocurridos en Perú durante los años 1966, 1970, 1974, 2001 y 2007 (Pisco), pero además los ocurridos en Japón en los años 1995 (6.9 grados) y 2011.
Además de la “experiencia del sismo” en el vehículo, los visitantes serán llevados a un centro de sensibilización donde expertos del Cismid enseñan cómo se origina un sismo, cuáles son sus efectos y cómo mitigarlos.
“Los sismos tienen movimientos hacia norte-sur, este-este y arriba-abajo. Esto último y los desplazamientos largos son los que dañan las edificaciones. Y muchas veces lo que hace colapsar una edificación son las réplicas, por eso cuando estamos en un edificio, hay que salir ni bien acabe el sismo. Pero si estamos en una vivienda informal, hay que salir de inmediato”, remarcó.
El sismólogo Julio Kuroiwa, quien estuvo presente en la ceremonia, comentó a Andina que la meta al bicentenario del Perú (año 2021) debe ser terminar de capacitar a los peruanos de menores recursos en prevención de sismos.
“Las personas menores de 45 años deben subirse a este vehículo porque no tuvieron la experienca del terremoto del año 74. Todo esto sirve para aprender que hay que construir en zonas de bajo peligro, usando albañilería confinada, eso no es caro”, anotó.