Mitos y verdades sobre la salud bucodental

Cada día son más las personas preocupadas por tener una sonrisa atractiva; sin embargo, el desconocimiento sobre cómo cuidar correctamente la boca nos lleva a seguir falsas creencias que pueden perjudicar los dientes y encías. Por ello, la Dra. Jubitza Loayza, Periodoncista y Director Médico de la Clínica Eurodent, aclara algunos mitos y verdades sobre la salud bucodental.

 

Si te cepillas con más fuerza lograrás dientes más limpios.

Mito. Cepillar los dientes de manera agresiva no eliminará las manchas de los dientes o el sarro, por lo contrario, solo dañará las encías. Para realizar un buen cepillado basta de tiempo, una correcta técnica y los instrumentos necesarios.

 

Masticar chicle puede reemplazar el cepillado.

Mito. Masticar chicle sin azúcar después de las comidas sirve como apoyo en la limpieza de la boca pero no es un sustitutivo del cepillado dental.

 

Es normal que las encías sangren durante el cepillado.

Mito. El sangrado de encías solo se produce cuando existe alguna infección o anomalía. La Gingivitis y Periodontitis son las enfermedades más frecuentes de las encías.

 

Mientras más pique el enjuague bucal, la limpieza será mejor.

Mito. El enjuague bucal es un buen complemento para una buena higiene dental; sin embargo, al contener grandes cantidades de alcohol puede causar irritaciones en la boca.

 

Las bebidas energizantes y las gaseosas dañan los dientes.

Verdad. Contienen una gran cantidad de dióxido de carbono, azúcar y ácidos lo cual provoca daños en el esmalte dental, y en casos más graves caries y la pérdida de los dientes.

 

El mal aliento es causado por problemas digestivos.

Mito. La mayoría de los casos de mal aliento es causada por la boca, ya sea por una incorrecta higiene oral, problemas bucales, enfermedad periodontal u otras causas como problemas gástricos, boca seca, entre otras.

 

Las caries son dolorosas.

Mito. Cuando la caries se está iniciando es totalmente indolora, perjudica solo el esmalte dental. El dolor se produce cuando se extiende a los tejidos internos del diente, sensibles al contacto con bebidas frías, calientes, dulces o amargas.

 

Las caries no afectan a los dientes de leche.

Mito. Los dientes de leche necesitan del mismo cuidado que los definitivos debido a que la salud de los primeros afecta a los últimos. Es importante mantener los dientes temporales para que el niño desarrolle gracias a la masticación, tonicidad muscular y bases óseas, así los dientes definitivos tendrán espacio para erupcionar.

 

Hay que enseñar a los niños desde pequeños a cepillarse los dientes.

Verdad. Se debe usar una gasa para eliminar los restos de leche de las encías que causan que la placa bacteriana se acumule. Así también desde la aparición del primer diente, es adecuado visitar al dentista para que el niño se pueda acostumbrar al ambiente y para prevenir la aparición de problemas bucales.

 

Los implantes dentales duran para siempre.

Mito. Los implantes pueden durar mucho tiempo si se mantiene un adecuado cuidado de ellos y una correcta higiene bucal.

 

Se puede realizar un blanqueamiento dental, sin necesidad de ir al dentista.

Mito. Existen técnicas populares para blanquear los dientes basadas en el uso de bicarbonato de sodio, limón o agua oxigenada solo debilitan el esmalte de los dientes y causan sensibilidad. El blanqueamiento dental siempre debe estar bajo la supervisión de un odontólogo.

 

El tabaco afecta la salud bucal.

Verdad. El tabaco altera la capacidad inmunológica, disminuyendo la capacidad de reparar los tejidos de la boca, causando la aparición de las enfermedades bucales. Además, causa mal aliento, incrementa la placa bacteriana, sarro dental, tiñe los dientes y cáncer bucal.

 

Solo es necesario ir al dentista cuando nos duele el diente.

Mito. Se recomienda visitar al dentista dos veces año para poder prevenir enfermedades y complicaciones en los dientes.

 

No es necesario visitar al dentista si se está embarazada.

Mito. Durante el embarazo los dientes y encías requieren de una revisión profunda para diagnosticar cualquier tipo de infecciones o enfermedades. En esta etapa se dan cambios hormonales que afectan los tejidos del cuerpo facilitando la aparición de enfermedades bucales.