La indignación tomó las calles en todo el Perú ayer. “Que se vayan todos” no fue solo un pedido general: fue un grito de hartazgo. Este tuvo eco en Lima, Arequipa, Cusco, Ayacucho, Trujillo y otras ciudades, donde miles de personas tomaron las principales avenidas para manifestarse contra la corrupción.
El Ejecutivo, el Congreso, el Poder Judicial y el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) fueron los principales blancos del reclamo ciudadano. Lo mismo ocurrió con personajes de la política nacional como el presidente del Congreso, Luis Galarreta; la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori; y los parlamentarios Héctor Becerril y Mauricio Mulder.
El rechazo a la clase política llegó a las calles por la revelación de una serie de interceptaciones telefónicas que involucran a altos mandos del sistema judicial, a líderes políticos y parlamentarios con los presuntos delitos de corrupción y tráfico de influencias. Después de casi dos semanas de la difusión del primer audio, la ciudadanía acusó recibo y se manifestó de manera masiva.
En la capital, la marcha tuvo a la Plaza San Martín como el punto de encuentro. Desde allí, más de 50 mil personas emprendieron un recorrido por las principales calles del centro de la ciudad.
Horas antes, el presidente de la República, Martín Vizcarra, mostró su respaldo a la marcha desde la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), a donde acudió para recibir una condecoración.
“Las movilizaciones que hoy (ayer) se realizan en todo el Perú tienen mi respaldo porque juntos tenemos que combatir la corrupción (…) Ahora no podemos hacer otra cosa que sumarnos a la indignación ciudadana. Nosotros, en las movilizaciones sociales, vemos una gran indignación de la población, pero también un mensaje de esperanza”, dijo el mandatario, quien hace una semana aceptó la renuncia de su ministro de Justicia, Salvador Heresi, tras la difusión de un audio que lo relaciona con el cuestionado juez César Hinostroza Pariachi.
Levantan la voz
Estudiantes y docentes universitarios, gremios, sindicatos, colectivos ciudadanos, artistas y diversos colegios profesionales participaron de la marcha.
¿Qué los motivó? “El peligro que representa la institucionalización de la corrupción en nuestro país”, respondió la secretaria general del Sindicato de Docentes de la Universidad Nacional Federico Villarreal, Graciela Alvarado, en diálogo con La República.
Alvarado, quien se desempeña como docente de enfermería aplicada en la Villarreal, agregó que ve compromiso y convicción en sus jóvenes estudiantes, por lo que mantiene viva la esperanza de un país curado del cáncer de la corrupción.
“Hay compromiso social y conciencia”, aseguró. Y esa vivencia en las aulas la confirmó en la marcha, en la que participaron estudiantes de la Universidad Católica del Perú (PUCP), la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), entre otras.
“Estudiar y luchar es la obligación de los universitarios”, aseguró en coro un grupo de estudiantes de la PUCP. “No nos podemos callar”, agregó, por su parte, la joven Yesenia Aguilar (24), estudiante de ingeniería ambiental de la UNI.
A la marcha se sumaron los congresistas de la bancada de Nuevo Perú, liderados por la excandidata presidencial Verónika Mendoza, así como militantes de Frente Amplio.
También participó la Asamblea Ciudadana, conformada por diversos organismos de derechos humanos. Esta recorrió las principales avenidas del Centro arrastrando dos “gallinazos anticorrupción”, figuras a gran escala de las incomprendidas aves que buscan entre la basura y limpian la ciudad.
La marcha fue escoltada por cientos de policías y un grupo de representantes de la Defensoría del Pueblo. Se mantuvo pacífica hasta que llegó a la avenida Abancay, donde un grupo de manifestantes trató de romper el cerco policial para llegar al Congreso de la República, y fue repelido con gases lacrimógenos.
Cerca de un centenar de jóvenes logró instalarse frente al Congreso, ante la sorpresa de los efectivos de la Policía. Llegó hasta allí a través de calles aledañas al Mercado Central, una ruta que no estuvo resguardada.
En el interior
En las ciudades del sur, norte y centro del Perú, la indignación por los actos de corrupción en el Poder Judicial y la inacción del Congreso también llevó a la ciudadanía a las calles.
Hubo consenso en las demandas. La ciudadanía pidió a gritos la reestructuración del Poder Judicial.
A las 10:30 de la mañana, en Huancavelica, cerca de mil personas provenientes de comunidades campesinas, organizaciones sociales y el Frente de Defensa se reunieron en la localidad de Santa Ana, lugar de salida hacia Huancayo. Luego, la masa se desplazó por las principales calles hasta llegar a la Plaza de Armas. Allí las consignas estaban dirigidas a la crisis nacional en el Poder Judicial, el Ministerio Público y el CNM.
El gobernador regional de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez, pidió dar solución a este caos “por la salud del país y el fortalecimiento de las instituciones del Estado”.
Media hora después, a las 11:00 a.m., los ayacuchanos, liderados por el Frente de Defensa de esta región, se desplazaron por la avenida 28 de Julio de la ciudad de Huamanga hasta llegar a la Plaza de Armas. También hicieron un plantón frente a la Corte Superior de Justicia y exigieron la salida de jueces y congresistas corruptos. Luego quemaron muñecos con los rostros de Keiko Fujimori, Alan García, y del gobernador regional Wilfredo Oscorima.
En tanto, en Piura y Lambayeque, unos cuatro mil manifestantes llegaron hasta las sedes de las cortes de justicia, donde exigieron las renuncias de sus presidentes, tal como lo hizo el magistrado Duberlí Rodríguez a la presidencia del Poder Judicial.
Al respecto, el titular de la Corte superior de Piura, Hernán Ruiz, aseguró que no se apartará del cargo y aclaró que no pone la mano al fuego por nadie.
En Cajamarca, unas cuatro mil personas marcharon por las principales calles. Participaron delegaciones de Cajabamba, Celendín, Chota y San Marcos que viajaron en horas de la madrugada para formar parte de la jornada.
En Yurimaguas, Loreto, unos 100 manifestantes atacaron con piedras la sede del Poder Judicial e intentaron ingresar para retirar a los magistrados que se encontraban en el interior del local. La Policía los dispersó lanzando bombas lacrimógenas y con disparos al aire.
Más marchas
En Cusco, una alegoría de una rata gigante izada en el mástil de la Corte Superior de Justicia describía la corrupción puesta al descubierto en el aparato judicial. La imagen demostraba también la indignación de la multitud de cusqueños que rodeó el local de la Corte en la avenida El Sol, en una masiva protesta.
Más de diez mil cusqueños tomaron las calles con marchas que tuvieron como punto de encuentro la sede judicial.
La Federación Departamental de Trabajadores de Cusco (FDTC) marchó con una bandera que tenía un crespón negro en el medio, mientras que un ciudadano hizo enarbolar una bandera peruana blanca y negra, en reemplazo de la roja y blanca.
Una intensa lluvia obligó por algunos minutos a la multitud a guarecerse en los portales de la Plaza Mayor, donde siguieron las arengas. Otros continuaron marchando.
Un hecho curioso se registró cuando los estudiantes universitarios quisieron quemar la rata de cartón izada más temprano en la Corte. La Policía arrebató la alegoría y la guardó dentro de la sede judicial. “La rata en su casa”, gritaron los estudiantes.
Mientras tanto, en la Plaza de Armas de Arequipa, un ataúd hecho de cartón con los rostros de los exintegrantes del CNM y de varios congresistas de Fuerza Popular fue quemado.
La policía intervino y hubo un conato de bronca que terminó con la expulsión de los efectivos del centro de la plaza. El hecho se produjo al mediodía, cuando se realizaba un mitin donde se juntaron integrantes de la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA), Sindicato Único de Trabajadores de la UNSA (Sutunsa), Sutep, construcción civil, trabajadores municipales, dirigentes del valle de Tambo, entre otros.
La marcha en Arequipa paralizó 45 obras, ya que los obreros se sumaron a la protesta.
En Trujillo, las organizaciones juveniles, políticas, sindicales, colegios profesionales y población en general dejaron la pasividad y anoche se volcaron masivamente a las calles a fin de rechazar la corrupción.
Un grupo de ciudadanos llevó una enorme bandera nacional desde la concentración en la plazuela El Recreo, para continuar por las calles del Centro Histórico, la avenida España y terminar en la histórica Plaza de Armas de la ciudad.
Ya en horas de la mañana se habían movilizado trabajadores de la CGTP y construcción civil.
“Perú, te quiero, por eso te defiendo”, fue otra frase convertida también en un grito, pero de esperanza.
Martín Vizcarra – Presidente de la República
“En las movilizaciones sociales, vemos una gran indignación de la población, pero también un mensaje de esperanza”.
Arlette Contreras – Activista
“Estoy en la marcha porque he sufrido en carne propia la injusticia de este país. Así como yo, hay muchas mujeres que la padecen”.
Ronald Gamarra – Exprocurador
“No queremos que caigan uno o dos corruptos, queremos que se reorganice todo el sistema judicial”.