El uso de las tarjetas de crédito, ya sea como medio de pago o fuente de financiamiento, cada vez es más común entre los peruanos.
Así, alrededor de cuatro millones de personas tienen al menos un plástico en sus billeteras, según un estudio elaborado por Experian, empresa de servicios de información financiera y consultoría.
De este número, reportado a marzo último, más de medio millón (523,000) tienen deudas contraídas con sus tarjetas de crédito por encima de seis veces su sueldo. Incluso, hay 136,000 personas con deudas en sus tarjetas que superan en más de 50 veces su ingreso mensual, revela el estudio.
Lo usual es que los bancos otorguen una línea de crédito de hasta cuatro o cinco veces el sueldo del cliente, por lo que un apalancamiento (endeudamiento) mayor indica que la persona está tomando préstamos con varias tarjetas a la vez.
“Lo que hacen algunas entidades financieras a fin de que el cliente utilice más su tarjeta es aumentarle la línea de crédito. Hay casos en los que el cliente gasta mucho más de lo que puede pagar y por eso se ven niveles de apalancamiento elevados”, refirió a Gestión Juan Carlos Torres, gerente de BI & Analytics de Experian.
Para el ejecutivo, niveles de endeudamiento por encima de 20 veces el sueldo del cliente es un signo de mayor alerta para los bancos.
Sin embargo, la mayor parte de tarjetahabientes (1.2 millones) ha contraído deudas con sus plásticos por un monto equivalente a entre una y cinco veces su sueldo.
Estilo de vida
La banca ha cambiado la forma de analizar a los clientes y ahora es más fina en identificar a los mejores y a quienes están en capacidad de tener más crédito. Ello permite que se le ofrezca líneas de crédito más altas a un mayor número de personas, dijo Torres.
Como reflejo de ello, se observa que la mayor parte de tarjetahabientes (972,810) posee una línea de crédito superior a S/ 20,000, según el estudio de Experian.
“Antes podía existir algún sesgo de la banca de solo mirar a personas de distritos céntricos como San Isidro, San Borja o Miraflores, para otorgarles líneas más altas; pero personas de Lima norte o sur, que tienen su negocio propio o son profesionales, están en capacidad de poseer una tarjeta con línea elevada pues tienen un estilo de vida que lo amerita”, aseveró el ejecutivo.
“Ahora los bancos están apostando a observar otras variables, además de residencia, a la hora de decidir a quién subirle la línea; identifican patrones de consumo, como dónde compran, con qué frecuencia, cuánto gastan y los préstamos bien pagados”, agregó.
Para una línea de S/ 20,000, el nivel de ingresos del cliente, está entre S/ 4,000 y S/ 5,000, es decir, la banca le otorga entre cuatro y cinco veces su ingreso mensual, detalló el gerente de Experian.
Negocio
Tener una amplia línea no necesariamente va de la mano del uso de la misma. Así, hay 1.2 millones de personas con tarjetas que usan menos del 1% de la línea otorgada.
Se tiene que analizar cómo se usa la tarjeta, pues hay clientes que hacen compras y la cancelan en una sola cuota, es decir, no utilizan saldos elevados, refirió Torres.
“Las personas que tienen amplias líneas y no las utilizan no son negocio para el banco”, sostuvo.
La otra cara de la moneda, son las 740,000 personas que usan más del 70% de la línea de crédito de sus plásticos.