Los pescados azules, como el bonito, el jurel, la caballa y la anchoveta, son esenciales en la alimentación de los futbolistas de alta competencia. Ello, porque contribuyen en potenciar su rendimiento físico y ayudan a la regeneración de sus músculos tras un fuerte desgaste físico.
Así lo señala la experta en nutrición deportiva Eliana Quevedo en conversación con el Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción. Destaca que los pescados azules aportan al cuerpo humano proteínas de alto valor biológico, vitaminas (A, D, E y del complejo B), minerales y, sobre todo, omega 3.
En el caso del omega 3, su consumo previene y reduce la inflamación de los tejidos producidos por la fatiga muscular y el exceso de ejercicio. Asimismo, contribuye a una mejor circulación. “Ello facilita una recuperación más rápida en los deportistas que participan en grandes competencias”, explica Quevedo.
Además de estos beneficios, el aporte de vitamina D del pescado ayuda a absorber el calcio de algunos alimentos. Esto contribuye a la contracción muscular en el corto plazo y en largo, permite mantener la estructura ósea, lo que favorece revertir posibles fracturas. Asimismo, su aporte de hierro, que complementado a otros alimentos balanceados, permite lograr una buena oxigenación y prevenir la anemia deportiva.
“A diferencia de una persona común, un deportista requiere, por lo menos, unos 150 gramos de pescado en su menú para lograr los resultados esperados”, explica la especialista. El consumo de este alimento en los futbolistas debe ser, mínimo, entre tres a cuatro veces a la semana y en preparaciones saludables, como al vapor, al horno o en guiso.
El Programa Nacional “A Comer Pescado” tiene como misión promover el consumo del pescado por ser un alimento altamente nutritivo y saludable, ya sea congelado, fresco o enlatado.