Luego de una visita relámpago a la capital de Irán, el Canciller de Marruecos, Nasser Bourita anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con ese país, al que señaló de apoyar, por intermedio del grupo terrorista chiita Hezbollah, al Frente Polisario con vistas a atentar contra la seguridad de Marruecos.
Medios de prensa revelaron que el canciller Bourita entregó en Teherán a su homólogo iraní pruebas de la implicación de Irán con actos y ataques terroristas que planeaban ejecutar elementos del Frente Polisario en los territorios del Sahara, con la ayuda logística, armamentística y operativa de Hezbollah, subcontratado, según la información, por Irán y Argelia.
La Resolución 2414 emitida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el 27 de abril último conmina a abstenerse de toda acción desestabilizadora en la región.
Dos semanas atrás, un informe europeo ha desvelado evidencias sobre la colisión entre el Polisario y los grupos terroristas que se activan en la región sahelo-sahariana, particularmente en el tema del comercio ilegal de armas destinado a alimentar una situación extremadamente caótica en la región.
Fuentes periodísticas en América Latina han revelado que el Hezbolá mantiene nexos en Colombia con bandas criminales para obtener financiación. La agencia infobae ha revelado que dicha agrupación lava activos y recibe dinero del tráfico de drogas en África y Medio Oriente.