Pocos artistas como Millard Llanque aún trabajan la escultura en esa espacialidad del bloque macizo, calando sobre la materia pétrea una concepción totalmente figurativa y envuelta de simbolismo. La exposición titulada “Espacios vacíos en la escultura” es una muestra de su producción en nueve esculturas en mediano y gran formato y ocho dibujos sobre piedra.
En ella hace un homenaje al vacío y usando como medio a la piedra, “propone disfrutar de las formas cóncavas y convexas que acogen a la luz para ser proyectadas desde su superficie al espacio ulterior”, explica Hugo Salazar Chuquimango, curador de la exposición. “El artista también propone al espectador calar visualmente dibujos ejecutados en una serie de planchas de piedra no como grabados si no con el resultado de visionar los vacíos en lo compacto”.
“Mi trabajo representa la ausencia y busco que el espacio vacío exprese estas sensaciones, simbolizándolos sobre la figura humana. Como individuos migrantes, siempre percibimos las ausencias y somos ausentes, el vacío se lleva en la mente, pero en esta serie de esculturas y dibujos en Piedra trato de visibilizar estas ausencias sobre la figura generando espacios vacíos” explica el artista. La muestra estará disponible del 27 de abril hasta el 27 de mayo en la Galería ICPNA Lima centro (Jr. Cuzco 446). El horario de vista es de 11:00 a.m. a 8 p.m. Ingreso libre.
Sobre el artista
Millard Llanque Rodríguez, (Puno, 1986) estudió en la Facultad de Arte, en la Universidad Nacional de Puno, graduándose como bachiller en Arte (2009). Continúa sus estudios en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, obteniendo el bachiller en Artes Plásticas y el diploma de Escultor (2015). Tiene el primer premio en su promoción y una mención. Así mismo Ganó el Concurso United Buddy Bears, de la Embajada Federal de Alemania (2016); Premio Adquisición Fundación Euroidiomas (2015); Segundo Premio Concurso de Escultura en Piedra, Municipalidad de Arequipa (2009). Fue elegido para elaborar el Diseño en piedra de la Puerta principal Universidad Nacional del Altiplano (2009).
Entre sus exposiciones colectivas están, “Vacío Museal”, Museo de Arte Contemporáneo, Barranco, (2016); “Javier Salazar anda suelto”, Galería Miro Quesada, Miraflores, (2016); “Voluntad sobre la materia”, El Olivar San Isidro, (2015); “Escultura en piedra”, Municipalidad de Huaraz, (2015); “Vulnerablemente desnudo” en el ICPNA Cercado de Lima centro (2015); “Identidades divergentes”, Centro Cultural, ENSABAP, (2015). Actualmente trabaja y enseña escultura en piedra.
Texto de curador
Espacios Vacíos en la Escultura
“La naturaleza aborrece el vacío”. Dirían los filósofos griegos 500 AC, en aquel gran auge cultural que se vivía para la época, paradójicamente a ello se contrapone la sensibilidad del artista escultor en piedra, quien no trabajaba por adhesión, sino por sustracción y estaba aferrado a la necesidad física de encontrar esos vacíos apropiados y la técnica de conseguir la forma necesaria para copiar de la mejor manera a la naturaleza.
En la actualidad es inevitable entender con un entendimiento básico en arte que, a primera impresión, la escultura emerge de una piedra, y que según la laboriosidad de un cincel en una mano diestra retirará lo necesario; más de él no podrán adherir fragmentos a su favor, ya que su materia prima -la piedra- es compacta, y no admite vacíos internos que puedan delatar aparentes reproducciones como se suele hacer en esta contemporaneidad.
A pesar de ello pocos artistas como Millard Llanque aún trabajan con la espacialidad, proyectando de manera ilusoria el vacío dentro de ese bloque macizo, luego ir labrando y pulverizando la materia pétrea en una concepción totalmente figurativa y envuelta en un simbolismo de ausencias -en este caso funesto- encriptándola como una marca epitafica, que idealiza el vacío como algo concreto y lo concreto como rastros del vacío que el mismo artista se a encargado de quitar, traduciendo al lenguaje de la piedra.
Proveniente del frio altiplano, a sus veintitrés años decide dejar el sur y su rol de escultor por encargo, para estudiar en la ENSABAP, donde egresaría con reconocimientos y con el primer premio de su promoción. Millard es muy consciente de sus orígenes al representar los reflejos del agua y el frio que deja la ausencia de ese inmenso lago; su obra en tanto reproduce el agua como un prolongador del cuerpo que se expande al espacio cosmogónico, donde encontramos el reencuentro con su infancia viéndolo como un ser reflejado muchas veces en su trabajo.
Es en tanto esta, su primera muestra individual y en ella hace un homenaje al vacío y usando como medio a la piedra, propone disfrutar de las formas cóncavas y convexas que acogen a la luz para ser proyectadas desde su superficie al espacio ulterior, así la materia pulverizada es el rastro dejado por el vacío y el reflejo es la presencia de lo que estuvo ausente. El artista también propone al espectador calar visualmente dibujos ejecutados en una serie de planchas de piedra no como grabados si no con el resultado de visionar los vacíos en lo compacto.
Actualmente entendemos por física que el vacío no existe o también es el todo, que es una maraña dispersa de micro partículas en el espacio y que actúan como una masa que es impulsada por la presión, de la misma manera un escultor entiende que cualquier tipo de partícula sujeta por la presión es un material volátil y para mejor entendimiento, según palabras del gran artista del Renacimiento Miguel Angel Buonarroti “¿Cómo puedo hacer una escultura? Simplemente retirando del bloque de mármol todo lo que no es necesario”.
Hugo Salazar Chuquimango.