Pese a que aún no es ubicado el niño de 5 años que fuera secuestrado hace más de 70 días en el terminal terrestre de la empresa Pakatnamú, dos días antes de Navidad, la denuncia por este delito podría quedar archivada debido que la fiscal Carola García Sandoval no toma aún las declaraciones a la madre del menor. Así lo dio a conocer el abogado de la parte agraviada, Ruly Izquierdo Ríos.
Por su parte, Erika Jhoana Abanto Domínguez, joven estudiante de Ciencias de la Comunicación de la Universidad César Vallejo, madre del niño, señaló que desconoce el actual paradero de su hijo (A.S.C.A.), quien estaría en poder de su padre, Segundo Cristopher Castañeda Aranda, dado que ya se sabe que la persona que lo secuestró es la tía del individuo en cuestión, Consuelo Andrea Lozada Torres.
“Estoy viviendo un verdadero calvario. No sólo porque desconozco el paradero actual de mi hijo y las condiciones en las que vive, sino porque recibo constantes llamadas telefónicas indicándome que jamás lo volveré a tener a mi lado, probablemente hechas por su padre”, anotó Erika Abanto. Es por este motivo que la Juez Mercedes Vásquez Zambrano, decidió otorgarle medidas de protección impidiéndole que su ex pareja Segundo Cristopher Castañeda Aranda, se le acerque.
“Vuelvo a insistir en la responsabilidad de la Policía Nacional que sabiendo que es más que probable que el padre del menor tenga en su poder al niño raptado, no hace absolutamente nada por encontrarlo, pese a su condición actual de reo contumaz y con una orden de captura, dependiendo peligrosamente el niño de alguien que está huyendo de la justicia”, indicó el abogado Ruly Izquierdo.
Otro hecho que le preocupa a la madre y al abogado, es que han presentado al Sexto Juzgado de Familia, una demanda por tenencia del menor A.S.C.A., pero hasta la fecha no ha sido admitida por la Jueza, pese a las evidencias que estaría en poder de su padre, dado que la tía ya ha confesado ante la policía nacional que fue ella quien se llevó al niño y que se lo entregó al papá, quien pesa sobre él, una orden de captura.
“Ya han pasado 70 días sin ver a mi hijo, quien pronto debe ingresar a estudiar, y aún desconozco su paradero y su estado de salud porque siempre estuvo acostumbrado a vivir conmigo”, concluyó la madre quien viene padeciendo de un lamentable estado de depresión, lo que afecta su salud.