Al finalizar su discurso en el coliseo Madre de Dios, el papa Francisco dijo ante las comunidades nativas “tinkunakama”, palabra quechua que significa “hasta un próximo encuentro”, que se refiere al Sínodo para la Amazonía que ha convocado para el año 2019, cuya primera reunión fue hoy, en Puerto Maldonado, según expresó el Sumo Pontífice.
“Necesitamos que los pueblos originarios moldeen culturalmente las Iglesias locales amazónicas. Ayuden a sus obispos, misioneros y misioneras, para que se haga uno con ustedes, y de esta manera, dialogando entre todos, puedan plasmar una Iglesia con rostro amazónico y una iglesia con rostros indígena”, mencionó el papa Francisco antes de culminar el encuentro de esta mañana en el coliseo Madre de Dios.
Esta es, justamente, una de las razones por las que el papa Francisco eligió visitar Puerto Maldonado y reunirse, primero, con las comunidades de la Amazonía.
“He deseado mucho este encuentro, quise empezar por aquí la visita a Perú”, dijo el Papa en el coliseo antes de empezar sus discurso.
Tanto en este recinto como el los dos siguientes donde se reunió con al población, el papa Francisco evidenció los problemas que más aquejan a esta zona del país. Se refirió, así, a la minería ilegal, los derrames de hidrocarburos, la trata de personas y la invisibilización a los pueblos nativos de la Amazonía.
Asimismo, una vez en el Instituto Jorge Basadre, el papa Francisco declaró que “es doloroso constatar cómo hay algunos que quieren apagar esta certeza y volver a Madre de Dios una tierra anónima, sin hijos, una tierra infecunda. Un lugar fácil de comercializar y explotar”.
Agregó en su discurso que más que del término ‘trata de personas’, deberíamos hablar de “esclavitud”, en referencia a una de las consecuencias de la minería ilegal en regiones como Madre de Dios.
Además, el papa Francisco se refirió también a la violencia contra las mujeres que mantiene altas estadísticas en nuestro país. “Duele constatar cómo en esta tierra, que está bajo el amparo de la Madre de todos, tantas mujeres son tan desvaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias. No se puede ‘naturalizar’ la violencia hacia las mujeres, sosteniendo una cultura machista que no asume el rol protagónico de la mujer dentro de nuestras comunidades”, dijo el Sumo Pontífice en el Instituto Jorge Basadre.
Finalmente, en su intervención en el Hogar “El Principito”, el papa Francisco envió un mensaje a los más jóvenes, a que “no se conformen con lo que está pasando. No renuncien al legado de sus abuelos, no renuncien a su vida ni a sus sueños”.