El Hospital Nacional Arzobispo Loayza es el primer nosocomio público donde se curó a pacientes afectados con la hepatitis C, contra la cual no había vacuna y, hasta hace poco, tampoco cura.
En los últimos cinco o seis años, la investigación ha avanzado intensamente en el tratamiento de la hepatitis C. Antes se trataba con dos fármacos que solo ofrecían un 50% de mejora, pero ahora hay una curación total, afirmó el jefe del Servicio de Infectología del Loayza, doctor Eduardo Matos.
Hepatitis C
“Lo destacable de este caso es que, por primera vez, se logra este avance en un hospital público”, sostuvo.
Hasta hace poco, ese tratamiento por persona costaba 150,000 soles, pero ahora se ha reducido a 50,000 soles. En los casos atendidos en el citado hospital, debido a la situación de pobreza de los pacientes, los gastos fueron cubiertos por el SIS y el Fondo Intangible de Salud (Fissal).
“El tratamiento aún puede considerarse caro, pero realmente más caro resulta tratar a un paciente con la enfermedad evolucionada, al que igualmente hay que atenderlo hasta sus últimos días”, expresó.
Una vez curados, señaló, si la enfermedad estuvo muy avanzada, deberán cuidarse en la alimentación diaria, pero si el mal estaba en sus inicios podrá hacer su vida normal, tener hijos y vivir tranquilamente, manifestó el médico.
En un inicio, el tratamiento médico se realizaba con tres tipos de fármacos y por un plazo de seis meses. Hoy, se ha reducido a una sola pastilla, un coformulado que se administra durante 12 semanas, que obtiene excelentes resultados.
La enfermedad
La hepatitis C puede tardar entre cinco y diez años para manifestarse. “Se puede sentir un poco de malestar que uno confunde con una gripe, pero cuando ya está más avanzada hay molestias en el hígado, hinchazón abdominal, cansancio, astenia (sin ganas de hacer cosas) y se pueden presentar várices esofágicas, que hacen perder sangre por la boca o por el ano”.
Aun así –dijo– se puede tratar al paciente y curarlo, “y hasta podemos curar hígados cirróticos”, remarcó el galeno.
Potenciales candidatos
Matos consideró que todo paciente en riesgo debe hacerse el examen de descarte respectivo. En ese grupo están los que se hicieron tatuajes, piercing, endoscopias y curaciones de muelas en lugares donde no haya certeza de total asepsia. También los pacientes que son sometidos a procedimientos de hemodiálisis, porque en esos casos se dan contagios. A decir del médico, toda persona debe practicarse cada año tres pruebas: de Elisa para descartar el VIH y las hepatitis B y C.