Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 8 de septiembre de 2017
Para Correo Ica y Lampadia
Los peruanos tenemos la mayor disponibilidad de agua per cápita de América Latina, pero muchos compatriotas no tienen acceso a ella. Tenemos mucha agua en la vertiente sub tropical del Atlántico, pero poca en la vertiente costera del Pacífico. Tenemos mucha agua en los meses de enero, febrero y marzo – inclusive en los valles secos de la Costa – pero en los estiajes… casi nada. Es evidente… más que un problema de escasez, estamos frente a un problema de – mala – gestión del agua.
A ese respecto, los desafíos del agua son tres:
La respuesta a estas tres interrogantes es afirmativa.
Tenemos muchos estudios y expedientes que sustentan la viabilidad técnica y financiera de todos estos proyectos hídricos.
En síntesis… sí podemos mejorar la gestión de nuestras aguas, para que todos los peruanos – empezando por nuestros compatriotas de la Sierra – dispongamos de agua todo el año.
Ahora bien, los afianzamientos y trasvases que – en teoría – resultan obvios y convenientes, en la práctica están resultando difíciles y – sobre todo – conflictivos. Efectivamente, los conflictos por el agua en nuestro país han merecido muchos titulares periodísticos, y – lo que es peor – han generado muchas pérdidas humanas y materiales.
Es verdad que detrás de dichos conflictos hay agitadores y extorsionadores especializados en la materia, y que la politiquería ha jugado – y sigue jugando – un papel preponderante en distorsionar la realidad para inventar supuestos efectos dañinos detrás de cada reservorio y / o trasvase. Pero – valgan verdades – hay algo más que dificulta la “licencia social” de los proyectos hídricos en nuestro país; y ese algo más – en mi opinión – es la falta de una justa compensación económica a las comunidades alto andinas ubicadas en los espacios circundantes a las obras de captación, canales y / o reservorios.
Llamémosle “Canon de Agua o Pago por Servicios Ecosistémicos” – o como quiera llamársele – pero los usuarios del agua de la Costa debemos pagar lo que corresponda para que la Sierra tenga – también – agua todo el año.
Pues bien – a ese respecto – el Ministerio del Ambiente está considerando un pago por el uso del agua en la Costa – ya sea agrícola, urbano, industrial, etc. – el cual beneficiará a las comunidades antes mencionadas. Dicho monto será administrado por una institución especializada en la materia – concretamente PROFONANPE – para ser utilizado exclusivamente en lo que se denomina siembra y cosecha de agua. Es decir, para construir reservorios, canales, pozas de infiltración, sistemas de riego tecnificado, etc. y para desarrollar la forestería, agricultura y ganadería alto-andinas.
Hermanar a la Costa con la Sierra a través del agua. Ese es el objetivo de esta contribución económica. Un instrumento justo e integrador que hará realidad el anhelo de “Agua para todos… todo el año… todos los años”. ¡Estamos de acuerdo! Lampadia