Lima, set. 7. El huracán Irma recién comenzaba su paso por el Caribe, pero a juzgar por las primeras imágenes y por los reportes que empezaban a llegar el miércoles, la destrucción ya era seria.
El huracán de categoría 5 golpeó por la noche el extremo norte de las Islas de Sotavento, afectando a Antigua y Barbuda, donde una estación meteorológica de la Administración Nacional del la Atmósfera y el Océano (NOAA) reportó una ráfaga de 155 millas por hora el miércoles por la mañana antes de descomponerse, según los meteorólogos.
El ojo del huracán pasó sobre la isla de San Martín alrededor de las 8:00 a.m. del miércoles y comenzó a azotar a Anguila. Se acercaba a las Islas Vírgenes Estadounidenses en la tarde del miércoles. El centro del huracán pasó directamente sobre las Islas Vírgenes Británicas alrededor de las 2:00 p.m.
Imágenes de San Martín colocadas en las redes sociales mostraban grandes inundaciones, autos sumergidos y volcados y casas destruidas, con puertas arrancadas de las bisagras. El Aeropuerto Internacional Princesa Juliana parecía haber sufrido graves daños, según las imágenes colocadas por el observatorio meteorológico francés Keraunos, que mostraban el interior del aeropuerto inundado y escombros sobre la pista. Un video colocado por el sitio meteorológico europeo Meteo Express el miércoles por la mañana mostraba botes sumergidos e inundaciones en Philipsburg, la capital de la parte holandesa de San Martin.
En Anguila los residentes colocaban videos de fuertes vientos derribando árboles.
Francia envió alimentos de emergencia y agua a las islas de San Martín y San Bartolomé, donde el huracán derribó las líneas eléctricas, según la Associated Press. La autoridad regional de Guadalupe y las islas vecinas reportaron que los vehículos de rescate de San Bartolomé estaban atascados en más de tres pies de agua que inundaban la estación de bomberos, reportó la AP. No había reportes inmediatos de víctimas o de estimados oficiales de los daños causados por la tormenta.
El furioso paso de Irma por las islas destapó una ansiedad profunda en los estadounidenses que tienen familia en el Caribe.
La texana Vanessa Lucio tiene familia en las Islas Vírgenes Estadounidenses, un popular destino turístico. El miércoles en la tarde, sus familiares le dijeron que los vientos de 150 millas por hora estaban derribando palmas y levantando escombros. Refugiados en su hogar cerca del océano, les parecía como si el techo estuviera a punto de salir volando.
“Estoy aterrorizada por ellos”, dijo Lucio al Herald en un mensaje.
Frank Leede, fiscal de Miami-Dade y oriundo de San Bartolomé, también estaba preocupado por su familia.
Los ancianos padres y los tíos de Ledee capearon la tormenta en su sólida casa sobre un acantilado con vistas a la ciudad principal de Gustavia. Alrededor de las 7:30 de la mañana del miércoles, hablaron con Ledee por teléfono satelital y reportaron “un montón de escombros” volando y muchos golpes en el techo de la casa.
“El aullido de los vientos fue increíble, ensordecedor”, dijo Ledee. “Estaban asustados, y mi madre es una veterana de tres huracanes de categoría 5. Nunca había experimentado algo así.”
Su hermano también estaba en posición precaria, pasándola en el lado holandés de San Martín, a menos de dos millas del puerto de Philipsburg, una zona propensa a los daños causados por el agua procedente del sur. Ledee todavía no había oído hablar de él.
“Estoy más preocupado por mi hermano”, dijo Ledee. San Martín no tiene la misma infraestructura que San Bartolomé”.
Mientras, Puerto Rico se preparaba para la tormenta. Alrededor de las 2:30 p.m., el gobernador Ricardo Rosselló tuiteó que cerca de 2,000 personas estaban en refugios. Más temprano en la jornada, Rosselló informó que el 20 por ciento del país estaba sin electricidad. El Servicio Nacional de Meteorología había aconsejado a los habitantes de Puerto Rico que se refugiaran el miércoles por la mañana, advirtiendo que los vientos de más de 150 millas por hora probablemente llegarían a la isla alrededor del mediodía.
A las diez de la mañana, la tormenta ya era demasiado fuerte como para que aterrizaran los aviones. Agdamis Carrazana, médico del Centro Médico Mayagüez, en el extremo occidental de la isla, estaba de vacaciones en el sur de la Florida esta semana. Tomó un vuelo de Fort Lauderdale a Puerto Rico el miércoles por la mañana con la esperanza de regresar al hospital a tiempo para ayudar a las víctimas del huracán. Cuando el avión se acercó a la isla, el cielo se volvió negro, dijo Carrazana. El piloto hizo dos intentos de aterrizar con viento fuerte, pero no pudo llegar al aeropuerto.
“Pensé: ‘Dios mío, vamos a morir’ ”, dijo Carranza.
Después de rodear la zona, el piloto regresó el avión al sur de la Florida.
En República Dominicana, las autoridades advirtieron que las lluvias y los fuertes vientos comenzarían probablemente el miércoles por la noche, a medida que el huracán se aproxime. Funcionarios del Centro de Operaciones de Emergencia dijeron a los residentes que se prepararan para las inundaciones en el centro del país. La defensa civil ya ha comenzado a evacuar a los residentes de las zonas más vulnerables y tiene más de 3,000 albergues listos, dijo el jefe de Defensa Civil del país en una rueda de prensa a principios de la tarde del miércoles.
Las Islas Turcos y Caicos pudieran sufrir una oleada de tormenta de hasta 20 pies, según los meteorólogos. Hasta 20 pulgadas de lluvia podrían caer sobre partes de las Bahamas, las Islas Turcos y Caicos y sobre Cuba.