Los llamados conflictos sociales, en esencia, más conflictos ‘político-sociales’ que puramente sociales, vienen impidiendo buena parte de la inversión en minería (principal motor de nuestra economía). Esto se asienta durante el gobierno del nacionalismo y no se ha podido revertir con el actual gobierno. Peor aún, desde el inicio del gobierno de PPK, esta modalidad de ‘lucha’ ha enfilado sus ataques al sector turismo.
A raíz de la llamada huelga de los maestros del sector público, hemos podido comprobar el nivel de penetración de movimientos radicales y extremistas, incluso vinculados, y hasta dirigidos, por la nueva estrategia de Sendero Luminoso, de penetrar gremios laborales y diversas instituciones del país, como medio alternativo de acercarse al poder político.
Tanto la continuación de los conflictos anti mineros, como los dirigidos contra el turismo, y el “PUTSCH” de Movadef-Sendero”, se han facilitado por el permisivismo de un gobierno, a todas luces, muy débil y sin estrategia para enfrentar los niveles de conflictividad actuales. Situación agravada, además, por el absurdo enfrentamiento entre Ejecutivo y Legislativo.
Hace un tiempo, publicamos el siguiente cuadro para expresar el riesgo de perder nuestros proyectos mineros, con el desarrollo en el mundo, del desarrollo de nuevos materiales, de otras fuentes de recursos, como las operaciones submarinas y hasta la explotación de asteroides.
Desde esta perspectiva, se puede decir que el gobierno de Ollanta Humala perdió la minería. Esperemos que no tengamos que decir que el gobierno de PPK perdió el turismo (sin recuperar la minería).
La situación política de los últimos meses, en que hemos tenido que soportar conflictos no contrastados por el gobierno, hacen propicia la ocasión para publicar entre nuestros documentos, nuestro libro sobre la conflictividad anti minera, que permite entender la naturaleza de todos los conflictos ‘político-sociales’, asunto que consideramos debe pasar a ser de conocimiento de todos los estamentos influyentes de la sociedad.
En marzo pasado, presentamos el primer libro de Lampadia: “Para Reducir la Conflictividad Minera”, con los comentarios de Renzo Rossini, Gerente General del BCR, Carlos Gálvez, entonces Presidente de la SNMP, y el autor, Sebastiao Mendonca Ferreira (ver: Lampadia presentó su primer libro). El libro recoge un largo esfuerzo de sistematización del análisis de la naturaleza de la conflictividad minera que hemos desarrollado en Lampadia con. El material de base del libro, forma parte de nuestra biblioteca virtual sobre Recursos Naturales y Desarrollo, en la que hemos dado una importancia especial al aspecto de conflictividad.
En uno de sus mejores momentos históricos, el Perú de la primera década del siglo XXI, ha sido víctima de una hábil maniobra para desdibujar los beneficios de su desarrollo, acusándolo de tener un ‘pernicioso modelo primario exportador’ y, caracterizando a la minería, su principal motor de crecimiento, como una actividad que no agrega valor económico, no genera empleo, como una actividad de tipo enclave que descuida el medio ambiente, succiona nuestra riqueza para las multinacionales sin dejar nada a las poblaciones locales y, además, no cuida los impactos sociales de sus operaciones.
Buena parte de la explicación de este proceso, difícil de entender, es que hemos permitido que para ciertos grupos de interés, sea más económico extraer (conseguir) ingresos del sector de mayor productividad, el primario, que lograrlos desarrollando actividades productivas. Para ello se han especializado en extorsionar a las empresas y al Estado o en conseguir subvenciones para sus ONG.
En otras palabras, estos grupos, se asocian a donantes extranjeros que promueven formas de vida bucólica lejos de sus tierras; o promueven ideas trasnochadas, como Oxfam; o en aras de supuestos comportamientos nobles, promueven la parálisis de la explotación de recursos naturales, como lo hacen la Unión Europea y la Cooperación del Reino de España. Desde esa base, extraen recursos de las empresas extractivas o crean conflictos (político) sociales, generan ingresos y/o posicionamiento mediático o movilidad política, incluso sin que los delitos que puedan cometer, conlleven costos que inhiban dichos comportamientos, permitidos por lo que el Basombrío, el Ministro del Interior, califica como “democracia boba”.
En el libro se explican los elementos que permiten acercarse a un mejor entendimiento de estos conflictos, que ya han hecho mucho daño en el Perú. Justamente la inspiración de desarrollar este estudio surgió de la necesidad de desvelar qué hay detrás de la conflictividad minera, de los mitos y mentiras abiertas que vienen resonando tan seguido en los medios de comunicación y que han creado un proceso político que ha sido difícil de entender, al punto que los gobiernos se han visto acorralados sin un eco positivo de la opinión pública, optando una y otra vez por parar los proyectos mineros.
Esta siembra de mitos, la agudización de agravios y la violencia abierta, facilitada por la impunidad y la extracción de rentas han sido analizadas y comparadas con la tesis de L.P. Gerlach sobre la estructura de los movimientos sociales, para explicar la convergencia de acciones, en el tiempo y en el espacio de confrontación, contra el desarrollo anti minero. Así nació el concepto de SPIN (Segmented Polycentric, Integrated Networks), o redes integradas, segmentadas y poli-céntricas, el cual permite entender el sofisticado proceso de sabotaje de la actividad minera, sin que exista o se requiera unidad de comando. Ver en Lampadia: ‘SPIN’ explica la convergencia de fuerzas anti-minería. Documento que hemos publicado junto con el libro de conflictividad.
En Lampadia consideramos que la superación de la conflictividad es clave para la viabilidad del Perú. El desarrollo de la minería, no solo depende de nuestras exportaciones y la generación de divisas, sus impactos más importantes se dan en la generación de recursos fiscales, esenciales para superar la pobreza y en sus encadenamientos con los demás sectores de la economía.
Ahora que todos vislumbran mejores cotizaciones de los metales, especialmente del cobre y del zinc, es imperioso superar la conflictividad anti inversión minera, pues de lo contrario, solo veremos pasar la oportunidad de invertir, crecer y mejorar la calidad de vida de los peruanos.
Por eso compartimos con nuestros lectores el contenido completo de este libro, incentivando la libre difusión de su publicación. Para ver el libro completo, ver: Para Reducir la Conflictividad Minera y Cómo se organizan los conflictos mineros.
Esperamos que el gobierno supere sus limitaciones en el manejo de conflictos, y esté a la altura de sus responsabilidades, permitiendo que los peruanos nos beneficiemos de los recursos que disponemos. Para ello, debe empezar por comunicar los beneficios de la minería, reenfocar el llamado ‘Adelanto Social’, y aplicando la ley en nombre de los millones de peruanos que podemos sacar de la pobreza con la minería. Lampadia