El acuerdo sobre el programa nuclear iraní, un éxito de la diplomacia de Barack Obama y de la política internacional de no proliferación, fue firmado el 14 de julio de 2015 en Viena por Irán y las grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).
Acusación
Durante su campaña electoral, Trump había denunciado este acuerdo (conocido por su acrónimo JCPOA –Joint Comprehensive Plan of Action–) y había prometido renegociarlo y ser más duro con Irán.
Pero el lunes, su gobierno admitió que Teherán “cumple las condiciones” del texto, que prevé un control internacional de la naturaleza pacífica del programa nuclear a cambio de un levantamiento progresivo de las sanciones que pesan sobre la economía iraní.
Sin embargo, los departamentos de Estado y del Tesoro impusieron nuevas sanciones legales y financieras contra 18 personas y entidades iraníes vinculadas al programa de misiles balísticos y al cuerpo de Guardianes de la Revolución, ejército de élite de Irán.
“Estados Unidos sigue profundamente preocupado por las actividades perniciosas de Irán en Medio Oriente, que erosionan la estabilidad, la seguridad y la prosperidad de la región”, dijo la portavoz Heather Nauert.
Represalia
Irán anunció las medidas de represalia en reacción a las nuevas sanciones estadounidenses, según un comunicado.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores, al tiempo que condena la decisión estadounidense, sin sustento, de imponer sanciones ilegales contra otras personas, va a sancionar en contrapartida a individuos y entidades estadounidenses que hayan actuado contra el pueblo iraní y otros pueblos musulmanes”, señaló el documento.