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JOSÉ DE LA MAR

Publicado el 11/05/17

José Domingo de La Mar y Cortázar nació en Cuenca (Virreinato de Nueva Granada) el 12 de mayo de 1778 y falleció en San Juan de Costa Rica. Sus padres fueron don Marcos La Mar, funcionario español administrador de las Cajas Reales y doña Josefa Cortázar, dama de la aristocracia de Guayaquil.

José de La Mar vivió sus primeros años en Guayaquil, puerto que desde 1803 había vuelto al Virreinato del Perú. Sus adversarios políticos se sirvieron de esta circunstancia para desacreditarlo.

En la lucha de España contra la invasión napoleónica (1808), participó en el sitio de Zaragoza, por el cual recibió el título de Benemérito a la patria en grado heroico. De regreso al Perú se le nombró inspector general del virreinato y jefe de la plaza del Callao, en 1816. Por su actuación durante el ataque de Lord Cochrane fue ascendido a Mariscal de Campo (1819). Al abandonar el virrey La Serna la capital, se quedó en la Plaza del Callao. Ante la falta de armas y provisiones, se rindió y firmó la capitulación del Callao (19 de setiembre de 1821). Con la llegada de San Martín al Perú, José de La Mar renunció al ejército realista para luchar por la causa patriótica.

Cuando el libertador argentino entregó el mando al Congreso el 20 de setiembre de 1822, éste decidió formar una Junta Gubernativa, cuya jefatura fue confiada a La Mar. Manuel Salazar y Baquíjano, y Felipe Antonio Alvarado, eran los otros dos miembros.

José de La Mar organizó la Primera Expedición a puertos intermedios contra el ejército realista, pero dicha campaña terminó en fracaso y se le responsabilizó de ello. Esto trajo como consecuencia que la Junta se desprestigiara. El 26 de febrero de 1823, se produjo el denominado “Motín de Balconcillo”, en el cual los generales del ejército ordenaron la prisión de La Mar y obligaron a designar como primer presidente de la República del Perú a José de la Riva Agüero.

Con la misión de reorganizar las fuerzas patriotas en Trujillo, el Libertador Simón Bolívar lo nombró General en Jefe de la División Peruana del Ejército Unido Libertador del Perú. En Ayacucho convenció al Mariscal José Antonio Sucre de dar la batalla a los realistas.

La Mar integró el Consejo de Gobierno constituido por Simón Bolívar el 24 de febrero de 1825 a fin de hacerse cargo del poder ejecutivo durante la estadía del Libertador en el Alto Perú. El 10 de febrero de 1826, La Mar le presentó su renuncia por motivos de salud y se retiró a Guayaquil.

Gracias al presidente del Congreso, Javier Luna Pizarro, el 9 de junio de 1827 fue elegido Presidente Constitucional de la República. Agustín Gamarra, Antonio Gutiérrez de la Fuente y Andrés de Santa Cruz conformaron una suerte de triunvirato para propiciar la caída de La Mar. También tuvo que lidiar contra una sublevación de los indígenas de Iquicha (provincia de Huanta).

Durante su gobierno se realizó el primer presupuesto, a cargo del ministro de hacienda, José de Morales Ugalde; se promulgó la Constitución Liberal de 1828, que autorizó al Presidente de la República suspender las garantías constitucionales e investirse de facultades extraordinarias; se produjo una invasión del ejército peruano del Sur, encabezado por el general Gamarra, con el propósito de salvar a dicho país de la amenaza de anarquía.

Las diferencias fronterizas entre la Gran Colombia y Perú (La Mar exigía Guayaquil, mientras que Bolívar reclamaba Tumbes, Jaén y Maynas), así como la influencia bolivariana en el Perú ocasionó una guerra entre ambas naciones.

José de La Mar encabezó el ejército y marina peruanas contra la Gran Colombia. El ejército marítimo bloqueo la costa sur de Colombia y ocupó Guayaquil, mientras que el ejército al mando de La Mar invadió Loja y Saraguro. Luego se produjo el combate de Portete donde fueron derrotados los peruanos. Sin embargo, no se trató de una derrota determinante, dado que el ejército peruano contaba con superioridad numérica. Sin embargo, La Mar optó por la paz y firmó con el adversario el Convenio de Girón. En él se estipulaba que la desocupación de Guayaquil y Loja, mas no de Jaén y Maynas. El convenio fue rechazado en ambos países.

Desde San José de Costa Rica dirigió un oficio al Congreso del Perú, exponiéndole los atropellos y vejámenes a los que había sido víctima por obra de los golpistas. El Mariscal falleció el 11 de octubre de 1830 en la ciudad de San José, a los 52 años de edad.



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