POR: LUIS ÁNGEL POLÍN
Con una gran actuación de Kevin Quevedo el cuadro blanquiazul apabulló al Juan Aurich
Parecía una maldición no poder ganar en el Alejandro Villanueva. Inclusive en la presentación del equipo a principio de año, Alianza Lima no había disfrutado un triunfo en casa. Bengochea llegaba complicado, la lesión de Lionard Pajoy le daba una razón para buscar un 9 capaz de reemplazar al colombiano, es más, dicen en la interna del club que en los días de receso se podría determinar un refuerzo para la parte ofensiva, sin embargo, ayer el equipo blanquiazul tuvo una luz en el camino, así es, podría escucharse como un renglón religioso pero el joven que cumplió 20 años hace un par de semanas parece haber calmado los nervios y tensión del cuerpo técnico y los hinchas. Pero muchos no saben quién es Kevin Quevedo, el muchacho que normalmente juega como extremo, empezó a hacerse un nombre en la reserva de Universitario el año pasado, llegó de la Escuela Héctor Chumpitaz y su clara intención no solo era debutar en primera sino ser tomado en cuenta como otros jugadores que a esa edad ya pueden emigrar al extranjero. El joven Kevin al momento de hacer un contrato con Universitario hizo la consulta de su participación continua en el primer equipo, pero los cremas en ese momento ya pensaban en “comprar” en grande, fue entonces que eligió pasarse a la acera del frente, la U este año empezó perdiendo en otras canchas.
Lo cierto es que hoy podríamos hablar de un nuevo puesto para Kevin Quevedo, y es que, los cuatro goles anotados ayer son de un típico delantero de área que vive del error del defensa y ese tipo de pases que siempre necesitan esa punta del pie para hacer ingresar el balón, no siendo necesario que los goles sean bonitos solo ser efectivos. Alianza Lima aun tiene posibilidades en el torneo, pero al parecer estos partidos son experimentales para Bengochea, tratando de encontrar la manera táctica de enfrentar a los adversario en el Apertura y Clausura, ayer ante el Aurich asombró a más de uno cuando puso solo tres defensores, jugando los otros siete bastante adelantados, poniendo a Germán Pacheco como un nueve pero teniendo detrás de él a dos hombres que serán fundamentales para los victorianos: Luis Aguiar y Luis Ramírez, el primero ya es goleador del equipo, pero a la vez es el conductor, sin mucho esfuerzo puede poner pases precisos, pero su cuota de goles aporta con creces, todo esto teniendo en cuenta que puede rematar con precisión y fuerza con ambas piernas, un jugador completo, “Cachito” por su parte es uno de los organizadores que tiene cuota defensiva, ser volante mixto con buena pegada son condiciones que le gusta al director técnico, y ante Aurich todo lo que intentó realizar en el campo de juego al final funcionó.
Alianza también tiene algunas deficiencias, no solo carecer de delanteros de recambio. Uno de los problemas son los laterales, jugadores que normalmente son Cossio y Garro pero que no llenan de gusto al entrenador, tal vez es por eso que decidió darles funciones de volantes por los lados, dejando a tres defensores como Riojas, Araujo y Godoy. Dentro del encuentro no se puede discutir que este es el peor Juan Aurich que hemos visto en mucho tiempo, a pesar de que en un momento empataban con el gol de Jeanpierr Archimbaud, se veía que el cuadro de Chiclayo caería por las tantas opciones de los blanquiazules. Y más por que las defensa norteña era una mazamorra, como muestra clara es la mano infantil de Rengifo que provocaría el penal, y luego el rechazo de Mazzetti para el segundo tanto, ejemplo claro de lo mal que defendió Aurich. Alianza ganó profundidad con los espacios y mayor posesión del balón, con la hemorragia de goles lo único que atinó la visita fue pegar y pegar a todo lo que se movía, inclusive en una acción por poco Ronald Quinteros rompe a la estrella del partido Quevedo. Alianza rompió la maldición y apunta a lo más alto, claro nos referimos más al Apertura, y hasta ese momento Bengochea cambiará de sistema para seguir afinando la artillería y encontrar el mejor nivel del equipo de La Victoria.