Comentó que cuando un niño es diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) muchas veces sus padres sienten que se les viene el mundo encima. De hecho, dijo, será el inicio de una nueva etapa en sus vidas.
Al principio, saldrán a relucir todos los temores y hasta sentimientos de culpa; luego vendrá la aceptación, pero también las preguntas sobre este desorden del neurodesarrollo.
Si bien el TEA exige que los niños afectados reciban ayuda en forma permanente, también es oportuno saber que no todo es devastador, comentó la especialista.
“Muchos de estos niños son privilegiados, pues tienen la característica de tener un coeficiente intelectual por encima del promedio. A estos niños se les conoce como Asperger“, anotó.
Al celebrarse mañana, sábado 18 de febrero, el Día Internacional del Síndrome de Asperger, Velarde precisó que este tipo de TEA se manifiesta mayormente después de los tres años de edad.
La especialista detalló que el diagnóstico siempre estará a cargo de un profesional médico especializado, quien basará su evaluación en una historia clínica considerando los antecedentes familiares y problemas perinatales.
También deberá realizar la observación directa en el juego, comunicación y habilidades sociales, de acuerdo a los criterios del Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DMSIV o DSM5).
Entre las características generales de este síndrome se encuentran:
• Dificultad para la interacción social con otras personas (Lo que no significa desinterés por hacer amigos, sino les cuesta relacionarse).
• Falta de empatía
• Aunque manejan una buena gramática y vocabulario, que se refleja en un lenguaje pedante o excesivamente formal, la dificultad radica en que no se les entiende.
• Dificultad para la comunicación NO verbal.
• Intereses restringidos y absorbentes
• Torpeza motora
• Dificultad para comunicación no verbal
• Interpretación literal de los mensajes. No comprende refranes, ironías, palabras figurativas ni bromas
• Reacción especial ante estímulos sensoriales: sonidos inesperados, algunas texturas en prendas de vestir, determinados tipos de luces y de comidas.
• Presencia de movimientos repetitivos o estereotipados (sacude las manos o todo el cuerpo).
• Muestra indiferente a los estados emocionales de los demás (No es porque no desarrollan afecto, más bien no diferencia los estados de ánimo.