Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, se consolida como el modelo del líder que necesita la humanidad. En estos tiempos de graves fallas de liderazgo, cuando los políticos no tienen la pasta suficiente para liderar a sus pueblos sin recurrir al facilismo cortoplacista del populismo, Trudeau emerge como un político con gran sensibilidad social y sentido práctico de la economía.
Tras su primer año de mandato, el Primer Ministro de Canadá se ha convertido en una celebridad de internet. Con gran simpatía y carisma, ha logrado que cada aparición pública se vuelva en una publicación viral en las redes. A sus 43 años, Justine Trudeau es uno de los Primer Ministro más jóvenes en la historia de Canadá.
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Justin Trudeau, de 44 años, no salió de la nada. Es hijo de Pierre Trudeau, ex Primer Ministro de Canadá (1968 – 1979 y 1980 – 1984), considerado como el refundador del Canadá moderno que asumió el federalismo, el bilingüismo y el multiculturalismo como señas de identidad. En el año 2000, en el funeral de su padre, Trudeau pronunció un elogio que ha asegurado su lugar en la historia de Canadá: “Pero más que nada, para mí, era papá. Y qué papá. Él nos amó con una pasión y una devoción que acompasaba toda su vida. Nos enseñó a creer en nosotros mismos, a luchar por nosotros mismos, conocernos a nosotros mismos y aceptar nuestras responsabilidades. Sabíamos que éramos los niños más afortunados del mundo. Y no habíamos hecho nada para merecerlo. En su lugar, era algo que tendríamos que pasar el resto de nuestras vidas trabajando para estar a su altura.”.
Tras poco más de un año desde que Trudeau tomó el poder en Canadá, el ex profesor de escuela secundaria e instructor de snowboard de 44 años continúa un gobierno mayoritario, después de hacer campaña en un manifiesto ambicioso que prometió tomar acciones audaces con respecto al cambio climático, reactivar la economía del país y restablecer la relación del país con los pueblos indígenas.
Durante la campaña electoral, su equipo acumuló 219 promesas que aparentemente ofrecían algo para todos. Hasta el momento, según el Huffington Post de Canadá, 34 de estas promesas se han cumplido y 64 están en curso. En su primer año, el gobierno ha destrabado los proyectos de científicos del gobierno, terminado los ataques aéreos de Canadá contra Isis y traído 33,239 refugiados sirios, entre otras acciones.
Justin Trudeau dándoles la bienvenida a los refugiados sirios
Estos hechos solo han aumentado su popularidad y, según sugieren rutinariamente las encuestas, si se llevara una elección hoy, Trudeau y su partido ganarían un número aún mayor de escaños que los 184 ganados el año pasado. Las cifras en las redes confirman su condición de político ‘trendie’: el video principal de su campaña electoral sumó más de 3 millones de visitas. En tanto, una aparición pública en abril, cuando dio una cátedra sobre computación cuántica en medio de un instituto universitario tecnológico, cosechó nada menos que 1.5 millones de visitas y lo consagró con el rótulo de “Primer Ministro Viral”.
Al comienzo de la campaña electoral del año pasado, estaba claro que los votantes estaban buscando cambios. Muchas de las acciones de Trudeau hasta el momento han buscado demostrar que están promoviendo el cambio que prometieron. Se destaca por su astucia y por su lucha por mantener a Canadá como un país multicultural que apuesta por la equidad de género y la diversidad. Ejemplo de ello es que su gabinete está conformado por una mayoría de mujeres, inmigrantes, personas de diferentes etnias, religiones y con capacidades diferentes. Además, ha aceptado a más de 25 mil refugiados, provenientes de siria, llamándolos “amigos, vecinos y nuevos canadienses”. En el plan económico, invertirá en infraestructuras para estimular la reactivación de la economía, que se ha mantenido estancada en los últimos meses, y elevará los impuestos al 1% más rico para reducir los de la clase media.
Su slogan “Crecimiento integrador” lo ha elevado a ser uno de los principales líderes liberales de hoy y el rol que juega Canadá actualmente podría ser muy importante en la geopolítica mundial. Canadá es una nación que ha resistido la ola del discurso nacionalista, reflejado a nivel internacional con la elección de Donald Trump en Estados Unidos y el sí al Brexit en el Reino Unido. Trudeau promete trabajar muy duro para demostrar que el modelo económico global puede ser funcional.
Para reiterar este tema, en diciembre Trudeau recordó la firma del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Canadá, además de su controvertida decisión al aprobar la creación de dos oleoductos: “Pudimos firmar un acuerdo de libre comercio con Europa en un momento en que la gente tiende a cerrarse (…) fuimos capaces de aprobar oleoductos en un momento en que todos quieren protección del medio ambiente. Podemos demostrar que hay gente con miedo y que somos capaces de disiparlo de manera constructiva y no sólo tomar decisiones ignorándolos y dándole la gran oportunidad al sistema”, señaló.
Fuente: noticias.terra.com
Finalmente, Justin Trudeau indicó que es muy consciente de la mirada que el mundo tiene sobre Canadá y el papel que le toca desempeñar. “Pienso que siempre se ha entendido que Canadá no es un país que se pondrá de pie y golpeará su pecho en la escena mundial, pero podemos ser muy útiles para crear modelos que funcionen (…) si podemos demostrar que la perspectiva global funciona para todos, entonces se difuminara una gran parte de la incertidumbre que está surgiendo en el mundo”, explicó.
De esta manera, Trudeau se ha establecido como un líder que busca mantener la globalización y el libre comercio, luchando contra el proteccionismo aislacionista que viene avanzando en diversas economías del mundo. Y es que la globalización es la mejor manera de generar riqueza y bienestar para la mayoría de los ciudadanos del mundo. Como hemos afirmado en Lampadia, el libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad globales, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos. Ver en Lampadia: Mayor globalización generará mayor bienestar.
Al mismo tiempo, Justin Trudeau es un referente sobre muchos temas sociales, ambientalistas, igualitarios y otros. Tal vez podríamos calificarlo como ‘el modelo del izquierdista moderno’ que necesitamos en la política de nuestros días en todo el mundo. En esencia, Trudeau es un hombre que suma, busca los balances entre una economía sólida y una sociedad sana, abierta y solidaria.
Justin Trudeau felicita a Ahmed Hussen tras nombrarlo ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía. Hussen, refugiado somalí, llegó a Canadá con 16 años en 1993. © Cordon Press
“Una de las habilidades esenciales de la política en la democracia, es conocer la diferencia entre un enemigo y un adversario. Un adversario trata de ganarte, un enemigo trata de destruirte”. (Michael Ignatieff, escritor, antiguo líder del partido Liberal de Canadá y profesor de Harvard, Financial Times, 20 de octubre, 2015). Una frase que parece inspirar a este gran líder que está demostrando que para guiar y generar bienestar, no hace falta recurrir al facilismo del populismo.
En 1970, John Lennon afirmó que “Si todos los políticos fueran como [Pierre] Trudeau, habría mucha más paz en el mundo”, refiriéndose al padre del actual primer ministro. Parece que la llamada “Trudeaumanía” ha vuelto a Canadá. Esperamos grandes cosas de él. Lampadia