El escritor argentino, Ricardo Piglia, fallecido a los 75 años estaba considerado como uno de los mejores exponentes de una nueva época narrativa argentina.
Nacido el 24 de noviembre de 1941 en la localidad bonaerense de Adrogué, catorce años después, en 1955, abandonó su lugar natal para instalarse junto a su familia en Mar del Plata, a unos 400 kilómetros de Buenos Aires, donde descubrió el mundo literario.
El propio escritor explicó que la mudanza se debió a “una historia política, una cosa de rencores y odios barriales” que obligaron a la familia a buscar un nuevo hogar. Años más tarde, se instaló en Buenos Aires.
En 1967, publicó su primer libro de relatos, “La invasión”, que mereció una mención especial en el Séptimo Concurso de Casa de las Américas, con un jurado integrado por los autores Mario Benedetti, Enrique Lihn, Jesús Díaz y Dalmiro Sáenz.
Ocho años después, en 1975, el escritor lanzó su segundo texto de relatos, “Nombre falso”, el cual fue traducido al francés y al portugués.
A estos textos le siguieron la resonante “Respiración artificial” (1980), el ensayo “Crítica y ficción” (1986) y “Prisión perpetua” (1988).
Pese a los tiempos respetados entre una publicación y otra, Piglia nunca descansó en su valorado oficio.