El Perú es el octavo país con más agua dulce del mundo. Además contamos con más de 200 cuencas hidrográficas, 70% de los glaciares tropicales del mundo, 1,000 ríos y 12,200 lagunas. Sin embargo gran parte de nuestra población no tiene un acceso adecuado a servicios de agua potable y saneamiento. Nuestra cobertura y calidad de este servicio deja muchísimo que desear. El servicio de abastecimiento se mide por horas y las pérdidas de agua (ya sean físicas o por facturación) son de aproximadamente 50%.
Fuente: www.proagua.org.pe
¿Qué debemos hacer para tener agua todo el año? Fernando Cilloniz, en su reciente columna de opinión “En nombre del Agua…” propone reservorios. Para esto, han creado un proyecto denominado “La Hermandad del Agua” en el que se busca trasvasar aguas sobrantes de las cuencas atlánticas hacia las vertientes occidentales de nuestra cordillera, específicamente hacia Ica. esto ayudaría a marcar el camino a seguir para el sector de Agua y Saneamiento, la cual Cilloniz sintetiza como “mucho floro y ni una gota de agua almacenada”.
Uno de los motivos más importantes es que la mitad de las EPS en el Perú están en falencia financiera, por lo que no pueden brindar un servicio adecuado a la población, ni llegar a más peruanos que todavía carecen de agua y desagüe. Y la solución no es reflotarlas sin cambiar su estructura. Sin embargo, es importante resaltar que el plan del Ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), Edmer Trujillo, de reflotar las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS) que no estén funcionando bien en el abastecimiento de agua potable a la población en provincias es simplemente una pérdida de recursos y tiempo. Es simplemente más de lo mismo.
La solución es clara. De la misma manera que se reestructuró el manejo de los servicios públicos de electricidad y comunicaciones (mediante las privatizaciones de los años 90) para lograr brindar una mejora sustancial de los servicios, ahora debemos despolitizar el manejo de las empresas, profesionalizar su gestión e involucrar, mediante APPs u otros mecanismos, al sector privado en la operación de los servicios de agua y saneamiento.
Además, la operación de Sedapal es excesivamente ineficiente, la empresa estatal responsable de los servicios de agua potable y alcantarillado en Lima y las EPS en las regiones. Las malas instalaciones hacen que gran cantidad de habitantes sufran la escasez de este recurso. Existe una insuficiencia de cobertura y además la población peruana no tiene por qué ser víctima de insuficientes horas de servicios, baja presión de agua, agua no apta para el consumo humano, aniegos de aguas servidas y muchos otros factores que reflejan un mal servicio de saneamiento.
El diagnóstico del sector es el mismo que hace 23 años, según el propio ministro. Queda claro, entonces, que fue un error mantener el servicio de agua potable y alcantarillado en manos del Estado. Lo principal es el servicio de calidad para todos los peruanos, sin importar quién lo otorgue. Lo que es más, si el servicio estuviera en manos privadas, la fiscalización del estado sería más exigente y se podría asegurar un avance sustancial en calidad y cobertura. Ver en Lampadia: Cambiemos los paradigmas sobre el agua.
Como afirmó Jaime de Althaus en un reciente artículo para Lampadia (Ver: Agua Potable: Un servicio público menoscabado por la política), “el problema central de las EPS es que no son capaces de mantener adecuadamente las redes que manejan y menos aún de ampliarlas, porque tienen tarifas bajas o gastos de personal excesivos o mucha corrupción, y carecen de capacidad profesional para formular proyectos. Según la Sunass, las EPS no tienen proyectos ni proyectistas. La propia Sedapal sólo puede ejecutar 400 millones al año de los 650 millones que tiene disponibles.”
Como analiza el artículo del Banco Mundial, compartido líneas abajo, la actual oferta de productos de saneamiento es insuficiente y no satisface las necesidades reales de la gente, “9,7 millones de habitantes no tienen servicio de agua y saneamiento, respectivamente, de los cuales 60% reside en el ámbito rural en uno de los 73,500 centros poblados”. Asimismo detalla una serie de acciones que podrían ayudar a desarrollar el sector, como fortalecer el liderazgo del ente rector y su capacidad de coordinación, establecer una política de financiamiento y fortalecer la autonomía operativa y financiera de las EPS.
Entonces, ya no quedan excusas para evitar que Sedapal y las EPSs se conviertan en holdings de administración de concesiones privadas, debidamente fiscalizadas por todas las instancias correspondientes. Eso solucionaría los problemas de cobertura, calidad y pr