El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se apuntó este jueves un gran tanto diplomático frente a Occidente al anunciar un acuerdo de alto el fuego entre el régimen de Bashar al Assad y la oposición en Siria, que se comprometen además a reanudar el proceso de paz estancado desde abril pasado en Ginebra.
“Llamo al Gobierno de Siria, a la oposición armada, a todos los países de la región implicados y que tienen influencia en los bandos en conflicto a apoyar los acuerdos”, dijo Putin en una reunión en el Kremlin con los ministros de Exteriores y Defensa.
Putin explicó que Damasco y la oposición armada “moderada” habían firmado “hace unas horas” un acuerdo de cese del fuego en todo el territorio del país árabe que entrará en vigor esta medianoche y otro documento con “medidas de control” para garantizar su cumplimiento.
En lo que ha sido una auténtica bofetada a la diplomacia estadounidense, el escenario de la reanudación de las negociaciones de paz sirias no será Ginebra, sino Astaná, la capital de Kazajistán, según acordaron hace un par de semanas Putin y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
De hecho, el jefe del Kremlin llamó este jueves a todas las partes y países involucrados a “participar activamente en las negociaciones previstas en la capital kazaja”.
“Pido que me organicen contactos con nuestros socios de Turquía, Irán y Damasco. Debemos hablar sobre nuestros próximos pasos conjuntos para reforzar los acuerdos alcanzados”, insistió, sin mencionar a ninguna potencia occidental.
Aunque esto es sólo el principio, Rusia y Siria han logrado su objetivo que era liberar Alepo y declarar un alto el fuego en todo el país antes de la investidura del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo 20 de enero.
“Durante los últimos dos meses hemos mantenido negociaciones con los líderes de la oposición siria moderada con mediación turca. Dichos grupos controlan gran parte de las regiones centrales de Siria que no están subordinadas a Damasco”, explicó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.
Estimó el número de efectivos de dichos grupos opositores en “más de 60.000”, que estarían equipados con tanques T-55 y T-72, además de piezas de artillería.
El ministerio de Defensa publicó una lista de organizaciones opositoras que se habían sumado al acuerdo, entre las que destacan Yeish al-Islam (Brigada del Islam), Ahrar al-Sham o Yeish al-Muhajireen.
Shoigu advirtió que aquellos grupos armados que no secunden el alto el fuego serán catalogados de terroristas y contra ellos se utilizarán los mismos métodos que contra las organizaciones yihadistas.
Al respecto, Putin y Erdogan advirtieron en conversación telefónica que el alto el fuego no incumbe en ningún caso al grupo terrorista Estado Islámico.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Arabia Saudí, Catar, Egipto, Jordania e Iraq serán invitados a sumarse al acuerdo de paz en Siria.
“Y, por supuesto, invitamos a los representantes de la ONU. Eso permitirá garantizar el continuismo del proceso político teniendo en cuenta los marcos establecidos en la resolución 2254 aprobada por el Consejo de Seguridad”, dijo.
De hecho, adelantó que los documentos consensuados por Damasco y la oposición siria serán presentados este mismo jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
En cuanto a Estados Unidos, expresó su confianza en que “cuando el gobierno de Donald Trump asuma sus funciones, también se sume a estos esfuerzos para trabajar de manera colectiva y amistosa”, al tiempo que consideró “ingenuo” esperar un cambio de actitud por parte del equipo del actual presidente Barack Obama.
Al mismo tiempo, Putin anunció la reducción del contingente militar de su país en Siria, cuyo grueso ya había sido retirado en febrero pasado, aunque la presencia naval rusa en el Mediterráneo Oriental se ha incrementado en los últimos meses.
“Por supuesto, continuaremos la lucha contra el terrorismo internacional”, señaló Putin.
Agregó que Moscú “también seguirá apoyando al legítimo gobierno sirio en su lucha contra los terroristas” y mantendrá su presencia en el aeródromo de Latakia y la base naval de Tartus.
El jefe del Kremlin destacó que Rusia llevaba “mucho tiempo” esperando el acuerdo y que había trabajado muy duro para ello junto a Turquía y otros socios regionales como Irán, y recordó que esos tres países serán “garantes” del cumplimiento de los acuerdos.
“Asad apoyó decididamente los esfuerzos adoptados por Rusia y otros países para lograr la paz entre los bandos en conflicto”, dijo al respecto el jefe del comité de Relaciones Exteriores de la Duma o cámara de diputados, Konstantín Kosachov, tras reunirse con el líder sirio en Damasco.