“Me siento cubano”, exclamó el astro del fútbol argentino Diego Maradona a su llegada a Cuba para participar este fin de semana en los funerales de su “segundo padre” Fidel Castro, fallecido hace una semana a los 90 años.
“Me parece que el mundo ha perdido a su líder. Hoy puede haber muchos jugadores, pero él era el dueño del equipo, del equipo mundial de los políticos”, declaró Maradona a la televisión estatal cubana la noche del jueves.
“Hoy en América del Sur, o hablemos de Europa si querés, no tienen el líder ni carismático ni que pueda resolver lo que el resolvía”, dijo.
Maradona mantenía una gran relación de amistad con Fidel Castro, cuya imagen lleva tatuada en uno de sus gemelos.
Cuando el sábado se enteró de la muerte del líder cubano, lloró y anunció que se quedaría en Zagreb, hasta donde se había desplazado para ver la final de la Copa Davis entre Croacia y Argentina. Después viajaría a La Habana.
“Fidel no es sólo de los cubanos, te está hablando un argentino”, señaló.
La relación entre ambos se remontaba a los años 1980. La última visita de la leyenda del fútbol argentino a Castro fue hace tres años.
Maradona defendió además en numerosas ocasiones la Revolución cubana. Además de la cara de Fidel, también tiene tatuada en un brazo la del Che Guevara.
El mítico exfutbolista, de 56 años, agradece especialmente al líder cubano su ayuda para internarse en una clínica de la isla en 2004 para superar sus adicciones y otros problemas de salud.
“Fidel no murió, en el corazón nuestro sigue latiendo Fidel”, añadió.
En 2005, Maradona entrevistó a Fidel Castro en su programa “La Noche del 10”.
A principios de 2015, el líder cubano envió una carta a Maradona para desmentirle unos rumores sobre su muerte. El exfutbolista agradeció el gesto y se alegró de la noticia.
Las cenizas del padre de la Revolución serán enterradas el domingo en un cementerio de Santiago de Cuba. La noche de antes se celebrará una multitudinaria ceremonia a la que acudirán personalidades y dirigentes de todo el mundo.