Guatemala perdió un total de 26.273 hectáreas de bosque entre octubre de 2015 y setiembre de 2016, más del doble que el año pasado, por incendios provocados por actividades agrícolas descontroladas y por la incursión de grupos criminales.
Jimmy Navarro, director del Sistema Nacional de Prevención y Control de Incendios Forestales (SIPECIF), dijo este lunes en conferencia de prensa que durante la temporada 2015-2016 se reportaron 598 incendios en todo el país.
El funcionario explicó que en el selvático Petén, fronterizo con México y Belice, fueron arrasadas 15.461,99 hectáreas, lo que lo convierte en el departamento más afectado. Le siguen Quiché (oeste) con 1.814 hectáreas quemadas; Zacapa (este) con 1.543; Baja Verapaz (norte) con 1.330,92, y Chiquimula (este) con 1.240,08 hectáreas.
En la mayoría de los casos los incendios forestales en Guatemala son provocados, ya que los agricultores queman el terreno para prepararlo para la siembra y se les va de control. Pero en los últimos meses, las autoridades gubernamentales y los ambientalistas denunciaron la destrucción de bosques por la incursión del narcotráfico.
En junio pasado, funcionarios regionales de Petén señalaron que el crimen organizado se abre paso en la selva para hacerse de terrenos para la ganadería ilegal, así como la construcción de pistas de aterrizaje clandestinas, entre otras actividades ilícitas.
Para la temporada 2016-2017 el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) lanzó una campaña de prevención con diferentes instituciones públicas y ONGs que incluye el despliegue de 260 bomberos forestales, explicó el delegado estatal en ese organismo, Roberto Moscoso.
Moscoso agregó que el cambio climático también impacta en el combate a los incendios forestales debido a que los periodos sin lluvias se alargan. Entre 2014 y 2015, los siniestros destruyeron 11.259,59 hectáreas de bosque a nivel nacional, según el SIPECIF.