Exposición individual:
“SANTOS”
Neoexpresionismo en las pinturas de Marcos Palacios
Del 5 al 31 de enero
Sala 770 del Centro Cultural Ricardo Palma (av. Larco 770, Miraflores)
Inauguración: jueves 5 de enero, 7:30 p.m.
Horario de visita: lunes a sábado de 8 a.m. a 10 p.m. domingos de 11 a.m. a 10 p.m.
Ángeles o demonios. Seres antropomorfos o la transfiguración misma del artista. Las pinturas que nos presenta en esta oportunidad Marcos Palacios nos remiten a una galería de personajes híbridos cercanos a criaturas con rasgos bestiales. Acompañados de un semicírculo que rodean sus cabezas que recuerda a una corona de espinas, símbolo de sufrimiento, pero interpretada por el artista como “elevación espiritual semejante a la aureola de los santos católicos”.
Palacios presenta en su sétima exposición individual titulada “Santos”, siete pinturas con técnica mixta, en mediano y gran formato donde priman el color y el trazo rápido con pinceladas pastosas, coloridas y con mucho movimiento, sellos propios del artista. Lienzos que se exhibirán en la Sala 770 ubicada en Av. Larco 770. Miraflores, del 5 al 31 de enero.
Paola Tejada, curadora de la exposición señala que estos personajes “representan el propio reflejo del artista, ellos son Él, en situaciones que ve desarrollarse en el mundo real. Estos seres invaden casi la totalidad del cuadro, exhibiéndose en actitud confrontacional. Es como si el artista no hubiera visto lienzos sino espejos, mostrando los cambios o mutaciones ocasionados por los acontecimientos del mundo real”.
En sus pinturas de estilo neoexpresionista notamos que cada proyecto de Marcos Palacios, representa un cambio o una evolución, como es el caso de “Héroes” en donde presentó personajes de la vida común como ídolos insignes de un cambio social, o como “Goliat”, galería de dioses humanizados conviviendo junto a pasiones terrenales, evidenciando su lado menos divino.
Sobre el artista
Marcos Palacios estudió dibujo, pintura en la Escuela de Bellas Artes del Perú obteniendo la 1ra. mención honrosa de pintura. Sus principales influencias artísticas son David Herskovitz, Willem de Cunning y el movimiento artístico CoBrA fundado en París en 1948. Ha participado en exposiciones colectivas en el Perú y el extranjero: España, Inglaterra, Alemania. Su obra forma parte de la colección de arte moderno de Luciano Benetton así como en colecciones particulares en Perú como en el extranjero y ha sido seleccionada como portada de libros de poesía y novela en Perú, Ecuador y Argentina.
SANTOS
En esta serie los personajes representan el propio reflejo del artista, ellos son Él, en situaciones que ve desarrollarse en el mundo real. La conexión que tiene con el mundo y la absorción de este a través de sus personajes, crea híbridos, criaturas antropomorfas con rasgos bestiales. Estos seres invaden casi la totalidad del cuadro, exhibiéndose en actitud confrontacional. Es como si el artista no hubiera visto lienzos sino espejos, mostrando los cambios o mutaciones ocasionados por los acontecimientos del mundo real, del día a día, cambios que le ayudarán a adaptarse, camuflarse, a vivir mejor, a encajar en sociedad.
El semicírculo que rodea la cabeza de estas criaturas, recuerda un poco a una corona de espinas, símbolo de sufrimiento, pero es interpretada por el artista como elevación espiritual semejante a la aureola de los santos católicos.
Tenemos entonces en Ciempiés la representación de una masa de gente compactada en un solo espécimen, yendo a algún destino o sin rumbo, si se quiere. En Cíclope el ser se exhibe desafiante, erguido, exponiendo su cuerpo extraño y atrayente, casi como un tótem pero con un punto insignificante, único ojo, puesto en su cabeza invadida por un trazo negro, helicoidal. Ser que con su escasa visión representaría el poco sentido común, la indiferencia, la brutalidad, la poca sensibilidad, el egoísmo. Pero al estar coronados se suavizan los defectos y se puede pensar que hay deseos de conversión, tal vez su alma pide liberarse de la carne, de ese comportamiento enajenante y asocial, que el pintor ve, interioriza y luego refleja.
El neoexpresionismo es el movimiento, la concepción en el que se sumerge el autor. La pincelada gestual que evidencia la dirección o el recorrido de la mano en el lienzo, el uso de la figura humana con poca delicadeza pero reconocible, imperfecta y agresiva; el color siempre en contraste como un detonante emocional, que además aporta una carga simbólica en la imagen. Son estos los elementos que resultan efectivos para abordar la “realidad” de manera cruda sobre la tela.
Santos es una reflexión sobre lo que somos y lo que podemos llegar a ser.
Paola Tejada
Historiadora del arte