El caribeño puerto de Bluefields, Nicaragua, con más de 45.000 habitantes, es según los servicios meteorológicos el más probable punto de llegada de Otto.
El meteoro causaba vientos sostenidos máximos de 120 km/hora y se encontraba a unos 220 kilómetros del puerto caribeño costarricense de Limón, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, en su último boletín del miércoles.
En Bluefields cientos de personas se volcaron a comprar bolsas plásticas, linternas, agua embotellada, comidas enlatadas para prepararse ante la eventual llegada del fenómeno.
En este poblado de unos 2.600 habitantes, la gente aseguraba ventanas y puertas con láminas de zinc y cortaban árboles cercanos a sus casas que pueden ser arrancados por la fuerza de los vientos.
En Monkey Point, otro poblado costero, las autoridades se preparaban para evacuar a unas 600 personas hacia Bluefields, pero “algunos no quieren irse y están valorando como está el tiempo”, dijo el presidente comunal, Allen Claire, preocupado porque “el tiempo se agota”.
Emergencia nacional en Costa Rica
Mientras tanto, Costa Rica declaró emergencia nacional el miércoles en la noche, horas antes de la llegada de Otto, que amenaza su costa del Caribe y pueblos norteños.
El presidente Luis Guillermo Solís explicó que la emergencia implica el cierre de todas las oficinas del gobierno el jueves y viernes, excepto las que tienen que lidiar con el huracán. Los trabajadores privados también tendrán asueto estos dos días.
Solís dijo en una cadena de radio y televisión que lo más prudente es que las familias adopten las precauciones necesarias ante la llegada del ciclón, que calificó de “peligroso”.
“Debo ser claro, el huracán tiene una capacidad alta destructiva. Esperamos que no haya víctimas pero para eso tenemos que estar preparados y acatarlas las órdenes de las autoridades”, expresó el mandatario.
Solís pidió a los pobladores alejarse de los ríos, las zonas inundables o de deslizamiento y no transitar en vehículos en los lugares de mayor afectación.
Según la Comisión Nacional de Emergencias, 161 comunidades fueron afectadas en diversos grados y 40 quedaron aisladas debido a daños en las carreteras y a la imposibilidad de acceso por vía aérea, debido a las condiciones climáticas.
En Panamá, la tormenta dejó cuatro muertos y tres desaparecidos pero las alertas se redujeron a medida que el fenómeno se aleja en dirección al norte.
AFP
Cuatro personas murieron a causa de las lluvias: un joven de 18 años que fue arrastrado por una crecida mientras se bañaba en un río, una pareja que quedó sepultada por un alud mientras dormía en su casa y un niño de 9 años que fue impactado por la caída de un árbol.
Las autoridades concentran sus esfuerzos en encontrar a tres extranjeros que desaparecieron al naufragar una embarcación frente a las costas de la provincia de Colón, en el Caribe.
Protección Civil de El Salvador declaró alerta preventiva ante la posibilidad de que la tormenta se fortalezca e impacte en el territorio de ese país.