Jueves, 26 de Diciembre del 2024
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Estados Unidos envía aviones a Siria para proteger a sus consejeros

Publicado el 20/08/16

Estados Unidos intervino por primera vez directamente contra el régimen de Bashar al Asad mandando aviones al noreste de Siria para proteger a sus fuerzas especiales que asesoran a combatientes kurdos, bombardeados el viernes por segundo día consecutivo por aparatos del poder.

“Se hizo esto para proteger a las fuerzas de la coalición”, explicó el portavoz del Pentágono, capitán Jeff Davis, sobre el envío el jueves de aviones a Siria.
“Dejamos claro que los aviones estadounidenses defenderían a las tropas en tierra si eran amenazadas”, añadió.
No obstante, no se registraron enfrentamientos directos ya que hasta que los aviones estadounidenses llegaran a la zona en cuestión, cerca de la ciudad siria de Hassaké, los aparatos sirios ya habían abandonado el área. Los aviones de la coalición internacional realizan ahora más patrullas en esa región.
En una de las patrullas del viernes, “dos aviones sirios SU-24 intentaron transitar por esa zona y se cruzaron con aviones de la coalición. La presencia de estos aviones incitó a los aviones sirios a abandonar la zona sin incidentes”, indicó la noche del viernes un responsable de la defensa estadounidense.
Los ataques del jueves fueron realizados por bombarderos sirios SU-24 y tenían como blanco a las fuerzas kurdas, que se entrenan bajo supervisión de consejeros especiales estadounidenses, indicó el Pentágono.
Es la primera vez desde que el inicio de la guerra en Siria en marzo de 2011 que el régimen sirio bombardea posiciones kurdas.
“Esto es muy inusual, nunca antes hemos visto que el régimen realizara este tipo de acciones contra las YPG (Unidades de Protección del Pueblo Kurdo)”, que combaten al grupo Estado Islámico en el norte de Siria, señaló Davis.
“Consideramos que estas situaciones que ponen en peligro a la coalición son muy peligrosas y tenemos derecho de defendernos”, agregó.
Los aviones del régimen sirio bombardearon el viernes por segundo día consecutivo los sectores controlados por las fuerzas kurdas en Hassaké.
Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), dijo a la AFP que “no hay fuerzas especiales estadounidenses en la ciudad, sino que éstas están en bases estadounidenses a unos seis kilómetros al norte”.
El director de esta ONG que cuenta con una importante red de fuentes en Siria confirmó “la llegada de refuerzos a estas bases hoy (viernes, ndlr.) de soldados provenientes de Siria y del extranjero, y de helicópteros militares”.
Las dos terceras partes de Hassaké están controladas por los kurdos y el resto por el régimen del presidente sirio Bashar al Asad.
Desde el miércoles, las fuerzas prorrégimen y la policía kurda (Assayech) se enfrentan en violentos combates, tras acusaciones mutuas de arrestos, con un saldo de 39 muertos, según el OSDH.
Mensaje a los kurdos
Por otra parte, las fuerzas kurdas secuestraron a decenas de milicianos prorrégimen y, según el OSDH, miles de habitantes han abandonado la ciudad.
Tras dos semanas de tensión en Hassaké, los kurdos habían exigido la disolución de las Fuerzas de Defensa Nacional (FDN, milicias prorrégimen) en la ciudad, donde viven kurdos y árabes.
Una fuente gubernamental local dijo el jueves a la AFP que los bombardeos sirios eran “un mensaje para los kurdos para que cesen ese tipo de reivindicaciones que atañen a la soberanía nacional”.
El ejército sirio acusó el viernes a las fuerzas kurdas de haber “rodeado” Hassaké y de haber bombardeado la ciudad, “causando víctimas civiles y militares”.
“Pese a nuestros intentos para (…) restablecer la estabilidad en la ciudad, los Assayech no cooperaron y continuaron con sus crímenes para tomar el control de Hassaké”, agregó el ejército sirio en un comunicado.
Fue necesaria “una respuesta apropiada por parte del ejército sirio contra el lugar donde se originaron los disparos y las posiciones de los autores de estos crímenes”.
Los kurdos de Siria (15% de la población) autoproclamaron en marzo una “región federal”, con la aspiración de unir en un solo territorio las regiones que controlan en el norte de Siria.
Los combatientes kurdos se han convertido, sobre todo para Washington, en la fuerza más eficaz para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI).
Antes de la guerra, 300,000 personas vivían en Hassaké. La mitad de la población era árabe y la otra mitad kurda. Pero desde que estalló el conflicto, la ciudad ha acogido a 114,000 desplazados, la mayoría árabes de la provincia vecina de Deir Ezzor.
(FIN) AFP/JCC


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