Bolt se une de este modo al finlandés Paavo Nurmi, fondista y atleta de cross en 1920, y al estadounidense Carl Lewis, velocista y saltador de longitud de finales del siglo XX, en el rango de atletas más laureados de la historia de las olimpiadas.
P: ¿Cómo se ha desarrollado la carrera?
R: Nada más poner la mano en el testigo (como último relevista), sabía que había ganado porque no había nadie a mi lado que pudiera ir más rápido que yo hoy. Antes del relevo hablé con mi equipo y le dije que pasáramos bien el testigo, que nos comportáramos como adultos. Siempre conseguimos hacerlo, puede que no sea siempre perfecto, pero cuando el testigo llega a mi mano sé que voy a marcar diferencias”.
P: ¿Cuál es la receta de su éxito?
R: “Trabajar, sudar y sacrificarme. He hecho muchos sacrificios durante años”.
P: ¿Qué siente cuando ve que su carrera olímpica ha terminado?
R: “Sabía que tenía que llegar. Tengo sentimientos encontrados. No me salen las palabras para calificar estos tripletes. Este deporte me va a faltar. Los Juegos me van a faltar, porque para un atleta es el evento más importante. Pero he probado que soy el más grande en este deporte y he cumplido la misión que me fijé”.
P: Podría perder una de sus medallas, la del relevo del 2008, por un control positivo de Nesta Carter. ¿Qué opina de ello?
R: “Eso no cambiará nada mi legado. Obviamente, me decepcionaría perder esa medalla, pero así es la vida. ¿Qué puedes hacer? No puedo hacer nada ante eso. Vamos por el buen camino contra el dopaje en el atletismo. Confío en la Agencia Mundial Antidopaje y en la Federación Internacional de Atletismo. Creo que hacen un buen trabajo”.
P: ¿Qué viene ahora para usted?
R: (Mira a su agente) Nada. Necesito nuevos objetivos. Pero ahora me voy de vacaciones y a descansar.
