En un comunicado, el ministerio anunció “la implementación de la pena de muerte contra cinco convictos (el lunes) por la mañana”, sin precisar los delitos por los cuales habían sido condenados.
El ministerio señaló que quería que las familias de las víctimas del atentado del domingo supieran que “sus hermanos en el ministerio de Justicia siguen aplicando castigos justos a aquellos cuyas manos están manchadas con sangre de iraquíes”.
El atentado en Bagdad reivindicado por el grupo Estado Islámico, dejó al menos 213 muertos y más de 200 heridos, según el último balance, por lo que es uno de los más graves en la historia de Irak.
El atentado del domingo puso de nuevo de relieve la incapacidad de las autoridades de instaurar medidas de seguridad eficaces.
El primer ministro Haider Al Abadi, que el domingo visitó el lugar del ataque, prometió castigar a los responsables y anunció tres días de duelo nacional.