La Eurocopa-2016 se cerró este domingo con Portugal como campeón, tras un mes de fútbol en el que el torneo tuvo muchas luces (equipos sorpresas, fiesta popular, estadios llenos, seguridad controlada) y algunas sombras (decepciones de equipos y jugadores, nivel de juego discutible, violencia de ‘hooligans’).
Este es una resumen de lo mejor y lo peor de una competición que comenzó hace justo un mes, el pasado 10 de junio:
Lo mejor:
Fiesta local (aunque con final no muy feliz)
Con Francia llegando hasta la final, el torneo pudo contar con entusiasmo del país anfitrión hasta el último momento. Empezó en medio de un clima enrarecido, con un importante conflicto social, huelgas de transportes y basuras y un grado de popularidad que fue subiendo a medida que los Bleus ganaban partidos y avanzaban rondas. El país se fue tiñiendo de azul y las banderas afloraron en calles, balcones y bares. Francia se dejó llevar por la euforia en los últimos días del torneo, haciendo recordar lo vivido en el Mundial-1998, ganado por el país también como anfitrión. Esta vez no pudo repetir la experiencia y terminó perdiendo la final ante Portugal (1-0). Un jarro de agua fría para un país que se ilusionó al máximo con este torneo.
Los récords de Cristiano
Cristiano Ronaldo pudo ser al final campeón de la Eurocopa, pese a lesionarse en el inicio de la final. Su participación en esta edición vino acompañada de una lluvia de récords, algunos de gran importancia. Con sus 3 tantos en este torneo, consiguió acumular un total de 9 en sus cuatro participaciones, alcanzando el récord anotador global de Michel Platini, que logró esa cifra, aunque en su caso en un torneo (1984). Cristiano se convirtió además en el primero de la historia en marcar en cuatro Eurocopas y en el jugador con más partidos disputados en una fase final del torneo (21 tras la final) -antes del torneo la plusmarca estaba en los 17, en poder del holandés Edwin Van der Sar y del francés Lilian Thuram-. También batió el récord de partidos como internacional con Portugal, llegando a 133.
La aventura islandesa
Gales llegó más lejos (semifinales), pero tuvo que compartir el título honorífico de ‘equipo revelación’ con Islandia, una selección que jugaba su primer gran torneo y que llegó a cuartos de final, eliminando en octavos a Inglaterra. Su grito vikingo “¡Uh!”, con palmas por encima de la cabeza, fue una especie de ‘haka’ adaptado al fútbol que hizo las delicias de cámaras, fotógrafos e hinchas.
Estadios llenos
Los estadios estuvieron llenos de público en este torneo, en un clima festivo en las gradas que se vio extendido a las ciudades-sede y sus ‘fan zones’. Algunas aficiones (Irlanda del Norte, Irlanda, Islandia…) destacaron especialmente por el buen ambiente al que contribuyeron durante los partidos de los suyos.
Éxito de seguridad
La Eurocopa tenía como gran preocupación la cuestión de la seguridad, con el recuerdo muy presente de los atentados de 2015 en París, pero el despliegue de seguridad funcionó y no hubo que lamentar incidentes en ese sentido.
Lo peor
Batalla de ‘hooligans’
Durante los primeros días del torneo, los ‘hooligans’ robaron el protagonismo al fútbol. Marsella fue escenario de una batalla urbana antes del Inglaterra-Rusia del segundo día del torneo, con 35 heridos, dos de ellos graves. Hinchas radicales rusos protagonizaron incidentes incluso dentro del estadio Velodrome, lo que disparó las alarmas. Hinchas croatas también protagonizaron un incidente destacado al arrojar una docena de bengalas al campo y obligar a interrumpir su partido ante la República Checa en Saint-Etienne. El seleccionador croata, Ante Cacic, les llamó ese día “terroristas del deporte”. En las rondas de eliminación directa el comportamiento de las hinchadas fue bueno y el fútbol fue el total protagonista.
Decepciones deportivas
En el plano deportivo hubo decepciones. España, campeona en 2008 y 2012, no estuvo a la altura de las expectativas y pareció confirmar el final de un ciclo, aunque el principal desastre entre los grandes lo protagonizó Inglaterra con su derrota ante Islandia. Entre los jugadores, el sueco Zlatan Ibrahimovic fracasó con su selección, eliminada en primera ronda sin ningún gol de su astro, que se retiró internacionalmente con este adiós. El alemán Thomas Müller tampoco pudo guiar a la campeona del mundo, eliminada en semifinales. No marcó ningún gol en el torneo.
Nivel de juego mejorable
muchos analistas se quejaron de un juego poco brillante, sistemas especulativos y un nivel más bajo que en otras ediciones, después de ampliar el número de participantes de 16 a 24. Ningún equipo de la primera fase marcó más de tres goles y después sólo dos, Bélgica en octavos ante Hungría (4-0) y Francia en cuartos ante Islandia (5-2). El campeón, Portugal, se clasificó en la primera fase sin ganar ningún partido y fue criticado a lo largo del torneo por su juego deslucido, “pragmático” en palabras de su seleccionador Fernando Santos.
Estado del césped mejorable
El césped de algunos estadios no tuvieron la calidad que se presupone en un torneo de esta importancia. “Es un desastre”, llegó a decir el seleccionador francés, Didier Deschamps, tras su partido ante Albania en Marsella. La UEFA recibió críticas e incluso hizo que el césped de Lille fuera cambiado en mitad de la competición. (D)