Voceros de esta entidad explicaron que con esta acción se busca depurar el registro nacional de armas de fuego de uso civil y reducir el número de armas no deseadas en circulación.
Este procedimiento se realizó gracias a un convenio de cooperación institucional firmado con el Reniec, que permitió a la Sucamec cruzar información de ambas entidades e identificar a 13,382 usuarios de armas de fuego fallecidos (algunos de los cuales tenían dos o más armas a su nombre).
Tras esta identificación, la Sucamec inició un proceso para regularizar dichas armas, exhortando a los presuntos herederos, representantes, albaceas o legatarios de los fallecidos a tramitar sus propias licencias o transferir la propiedad a otra persona. En tanto, deben internar las armas en cualquiera de las sedes de la Sucamec a escala nacional.
Las licencias de posesión y uso de armas de fuego emitidas por la Sucamec constituyen una prerrogativa del Estado de carácter personal y no es transmisible a los herederos, por lo que al fallecimiento del titular de la licencia esta prerrogativa se extingue.
Si los presuntos herederos, representantes, albaceas o legatarios de los usuarios fallecidos ya no quieren contar con el arma pueden realizar gratuitamente un internamiento definitivo para que la Sucamec determine su destino final.
Por otro lado, si desean conservarla deben internarla de manera temporal para que el heredero obtenga una licencia o la transfiera, a través de una venta, a una persona con licencia de armas.
En la
página web de la Sucamec se ha publicado la relación completa de usuarios de armas fallecidos.
Licencias de reclusos revocadas
Como parte de sus acciones de control posterior y en línea con el objetivo de depurar el registro nacional de armas de fuego de uso civil, la Sucamec inició un proceso de revocación de 1,594 licencias de usuarios de armas recluidos en centros penitenciarios, el cual concluyó el presente mes con la revocación de 846 licencias.
Este proceso se realizó gracias a un convenio de cooperación interinstitucional firmado con el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), que le permitió a la Sucamec identificar a los usuarios de armas recluidos en penales.
Uno de los requisitos básicos para obtener licencia de posesión y uso de armas de fuego es el certificado de no registrar antecedentes judiciales. Si bien al momento de obtener la licencia estas personas no tenían antecedentes judiciales, al ingresar a un centro penitenciario su condición cambia; por tanto, su acceso a contar con un permiso para arma de fuego queda restringido.
