El Real Madrid jugará la final de la Champions el 28 de mayo contra el Atlético de Madrid tras eliminar al Manchester City con un gol en la primera parte provocado por Bale, cuyo centro envió Fernando a la red de su propio portero. El único tanto de toda la eliminatoria. Se reedita de esta forma la final de 2014, el año que el equipo blanco alzó la décima tras imponerse en el derbi en la cumbre en Lisboa. El desenlace en Milán exhibe una vez más la superioridad de La Liga en el torneo continental, que ha tenido presencia española en cinco de las últimas ocho finales.
No fue el City un rival que exprimiera al Madrid, algo timorato en una eliminatoria destensada. Dejó el equipo de Zidane que su rival tuviera opciones hasta el final, sin mucho, pero con lo justo para mantenerse vivo, aunque prácticamente no rematara a puerta en toda la segunda parte. En el primer acto, Fernando sofocó la grada con un balón al poste. Solo el empeño de un Bale lanzado asustó a Hart. Primero ocasionando la jugada del gol y luego en la segunda parte con un cabezazo impecable que se estrelló en la escuadra derecha. Apretó el City en los últimos 10 minutos, sobre todo con una falta escorada que De Bruyne mandó al lateral derecho de la portería de Keylor y ya casi con el tiempo cumplido con un zapatazo del Kun que se fue por encima de la portería por un dedo. No fue suficiente y el Madrid jugará su 14ª final de la Champions.