Luxemburgo, may. 29. Luxemburgo será sede el 3 de junio de una reunión de expertos que examinarán la posibilidad de una cooperación internacional para explotar los recursos mineros de los asteroides.
El ministro de Economía del Gran Ducado, Etienne Schneider, recorre el planeta para sumar a su causa a grandes nombres de la conquista espacial, como primer paso para vencer las reticencias a la extracción de riquezas naturales de esos bloques de roca, metales y hielo.
Pues para explotar esos recursos en el marco de acuerdos nacionales se deberá modificar probablemente el “Tratado de la ONU sobre el espacio ultraterrestre”, que desde 1967 establece que “los cuerpos celestes no podrán ser objeto de apropiación nacional mediante reivindicación de soberanía, mediante el uso y la ocupación, ni de ninguna otra manera”.
Luxemburgo, un pequeño país, quiere convertirse en la base europea de esa proyecto pionero, anunciado en febrero pasado. Y busca apoyo de las potencias económicas, a menudo las más avanzadas en materia de expediciones espaciales.
“Queremos invitar a esos países a apoyar nuestro enfoque”, dijo a la AFP el ministro Schneider, que ya sumó a su causa a un exdirector de la Agencia Espacial Europea (ESA), Jean-Jacques Dordain, y al exdirector del centro de investigaciones Ames, de la NASA, Simon Pete Worden, que integran un comité consultivo sobre el proyecto.
El gobierno luxemburgués busca ahora un representante asiático para reforzar la alianza. Y Schneider irá en junio al Foro Económico de San Petersburgo, para tratar de convencer a Rusia.
Estados Unidos no debería hacerse rogar para apoyar una reforma del derecho internacional del espacio, dado que en 2015 el Congreso ya aprobó un “Space Act” que autoriza a cualquier ciudadano o empresa estadounidenses a tomar posesión de materiales extraídos de la Luna o de un asteroide.
Luxemburgo quiere convertirse en el primer país europeo dotado de un marco legal y de infraestructuras para mercantilizar recursos considerados por el Tratado de la ONU como “patrimonio común de la humanidad”.
El gobierno contempla recurrir a inversiones público-privadas y participar, a través del banco estatal SNCI, en el desarrollo de una nave prototipo de exploración de asteroides diseñada por Deep Space Industries, una empresa de la Silicon Valley, precursora en proyectos de minería espacial, que instaló en 2015 su sede europea en Luxemburgo.
El ministro Schneider indicó que el gobierno está finalizando otro proyecto de cooperación con Planetary Resources, otra firma estadounidense, financiada por Layye Page, cofundador de Google.
La idea es comenzar la explotación minera en cuerpos que gravitan alrededor de la Tierra. Unos 11.000 ya fueron identificados por su potencial comercial.
Muchos de los metales, los hidrocarburos e incluso el agua que se encuentre en esos cuerpos celestes se explotarán in situ y servirán para construir bases de lanzamiento de expediciones espaciales más remotas. El platino y otras materias raras, y por ende caras, podrán ser traídas a la Tierra.
A largo plazo, “este uso innovador de los recursos espaciales podría crear una floreciente economía espacial y abrir un camino a la expansión de la humanidad en el sistema solar”, afirma el sitio internet creado por el gobierno luxemburgués para