“Aquí Maduro no va a salir por referéndum”, dijo este domingo el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz. Bajo el estado de excepción, el mandatario ordenó tomar las fábricas improductivas, estrategia que analistas atribuyen a un líder acorralado.
Maduro dispuso el sábado la intervención de las plantas paradas y encarcelar a los empresarios que, según él, intentan desestabilizar al gobierno, en la primera medida bajo el estado de excepción que regirá por tres meses y que, dijo, será prorrogado sucesivamente hasta 2017.
“¡Planta parada, planta entregada al pueblo! (…) Ustedes me van a ayudar a recuperar todas las plantas paralizadas por la burguesía”, lanzó Maduro ante miles de partidarios.
El líder opositor Henrique Capriles había advertido el sábado sobre un estallido social si el gobierno impedía el revocatorio contra Maduro este año.
Desde el oriental estado Anzoátegui, el vicepresidente Istúriz recordó que la extrema derecha nacional e internacional gestan un plan para atentar contra la independencia de Venezuela, lo cual constituye, por ende, un golpe a la Constitución Bolivariana aprobada por el pueblo en 1999.
Mencionó que ese complot quedó evidenciado en las recientes declaraciones del expresidente colombiano Álvaro Uribe, quien pidió el viernes en Estados Unidos que un ejército internacional arremeta contra Venezuela.
Venezuela está sumida en una honda crisis agravada por el desplome del ingreso petrolero, con la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015) y una caída del PIB de 5,7% el año pasado.
En el país con las mayores reservas de crudo del mundo y dependiente de las importaciones, la debacle significa la escasez de más de dos tercios de alimentos y medicinas, a lo que se suman los cortes cotidianos de agua y luz, y una violencia galopante.
Cuatro plantas cerveceras de Polar -la mayor productora de alimentos y bebidas del país- están en la mira, luego de que el pasado 30 de abril cesaran operaciones por falta de divisas para importar insumos, dentro del severo control de cambios impuesto en 2003.
Polar cubre 80% del mercado cervecero, y sus marcas prácticamente desaparecieron de los expendios, tras lo cual los precios de la competencia se duplicaron en un par de semanas.
El gobernante venezolano acusa al presidente del grupo empresarial, Lorenzo Mendoza, de estar a la cabeza de una “guerra económica” para generar desabastecimiento y provocar su caída.
Maduro también ordenó realizar el próximo sábado ejercicios militares para afrontar lo que denunció como una amenaza externa -refiriéndose a Estados Unidos-, en la que justifica el estado de excepción.
Analistas consideran que ese decreto, que se espera se publique el lunes, es parte de la estrategia del mandatario para evitar la realización, este año, de un referendo revocatorio que impulsa la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La MUD espera que el Consejo Nacional Electoral (CNE) valide las firmas que presentó para activar el revocatorio, primera etapa de un largo proceso que se podría extender hasta fines de año.
También quiere realizar la consulta en 2016, pues si se la hace después del 10 de enero de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del período presidencial- y Maduro pierde, los dos años restantes los completaría el vicepresidente, designado por el jefe de Estado.