Lima, mayo de 2015.- El planeta está repleto de peligros. Violentos huracanes, feroces inundaciones y fuertes terremotos son capaces de arrasar poblaciones enteras en poco tiempo. Discovery Channel hace un conteo regresivo de los sitios más golpeados por la furia de la naturaleza y en los que la mano del hombre genera daños impresionantes, en la nueva serie de seis episodios LOS LUGARES MÁS PELIGROSOS PARA VIVIR, a partir del 25 de mayo a las 9:50 PM.
Algunos de los sitios considerados más riesgosos de la Tierra han sido abandonados por sus pobladores, sin embargos otros lugares aún conservan un encanto especial para quienes allí habitan pese a que deben estar en permanente estado de alerta y poner en práctica todo su ingenio para sobrevivir. Entre estos lugares se cuentan las paradisiacas islas Filipinas, frecuentemente azotadas por tormentas tropicales, o la Antártida, en donde las condiciones de frío extremo se extienden la mayor parte del año. También hay quienes tienen su hogar al pie de volcanes activos donde suceden continuas explosiones de cenizas, rocas y lava, o en las cercanías de hermosos bosques con altísimo riesgo de incendio forestal.
Por supuesto que la culpa no siempre es de la naturaleza. También la acción del hombre es el causante de ciertos fenómenos como por ejemplo el denso humo que cubre a la ciudad de Beijing, o el incendio de la mina de carbón que destruyó al pueblo estadounidense de Centralia, la cual se estima puede seguir ardiendo por otros 200 años más.
A lo largo de seis episodios de una hora, la serie visita cada uno de estos peligrosos lugares, hace una reseña de los acontecimientos y de cómo estos han afectado las vidas de cientos de miles de personas. Por medio de los valiosos testimonios de quienes habitan en estos sitios, animaciones por computadora y opiniones de expertos, cada lugar es clasificado de acuerdo a su peligrosidad hasta llegar a descubrir, en el último episodio, cuál es el que encabeza este ranking.
LOS LUGARES MÁS PELIGROSOS PARA VIVIR explora la capacidad de resistencia del hombre frente a los fenómenos más devastadores, la brutal fuerza de la Madre Naturaleza, el poder destructor del propio ser humano y, a la vez, el espíritu de supervivencia que lleva a las personas a recoger las piezas rotas y reconstruir aquello que les fue arrebatado una y otra vez.