En un memorándum de dos páginas enviado a The Washington Post para explicar como pagaría por su propuesta de cerca fronteriza de 1,000 millas de largo, Trump dijo que amenazaría a México con recortar parte de lo que se estima son unos $25,000 millones en remesas que los mexicanos que viven en Estados Unidos envían a sus familias en su país de origen, a menos que México pague por el muro.
Si México no hace “un pago único de $5,000-10,000 millones” para cubrir el costo del muro, Estados Unidos expandiría la Ley Patriota contra el terrorismo para reducir parte de las remesas familiares, dijo Trump. Añadió, de forma característica: “Esa es una decisión fácil para México”.
Manuel Orozco, experto en migración del centro de investigaciones Inter-American Dialogue (Diálogo Interamericano) en Washington, D.C., me dijo que la propuesta de Trump de recortar las remesas es “descabellada”, entre otras cosas porque el presidente de Estados Unidos carece de autoridad para hacer semejante cosa. Eso necesitaría una medida del Congreso, dijo.
Y, lo que es más importante, la medida traería consecuencias peores, ya que afectaría gravemente la economía de México y empujaría a más mexicanos a venir a Estados Unidos.
“El efecto inmediato sería aumentar mas la migración”, me dijo Orozco. “Estarías ahorcando financieramente a muchos millones de mexicanos, privándolos de alrededor de la mitad de sus ingresos mensuales. Eso impulsaría a muchos a emigrar a Estados Unidos”.
Reducir las remesas familiares crearía el caos en la economía mexicana, porque este flujo mensual de dinero representa más que los ingresos de México por concepto de turismo, y — lo que es más importante — es dinero que va directamente a los bolsillos de los pobres. Unas 6 millones de familias en México reciben remesas familiares del exterior. En algunos estados con gran pobreza, como Oaxaca y Chiapas, muchas familias dependen de esas transferencias de dinero para poder vivir.
Trump respondería que su muro impediría a los mexicanos cruzar la frontera ilegalmente. Pero más del 40 por ciento de los inmigrantes indocumentados no están entrando al país a través de la frontera terrestre, sino por avión a través de los aeropuertos estadounidenses. Ellos vienen con visas de turistas y se quedan. El muro propuesto por Trump no haría nada para detener a esos inmigrantes.
Además, reducir las remesas familiares empujaría al delito a más jóvenes mexicanos, lo cual impulsaría a muchos más mexicanos a emigrar.
Mi opinión: la propuesta de Trump no es sólo inhumana, sino contraproducente. Como afirma Orozco, no haría otra cosa que aumentar el flujo de mexicanos indocumentados a Estados Unidos en un momento en que la inmigración ilegal es mucho menor de lo que era en el 2008.
Es algo típico de las propuestas simplistas de Trump, como su promesa de deportar a 11 millones de indocumentados, construir un muro a lo largo de la frontera, o retirarse de la OTAN, que serian imposibles de implementar o perjudiciales para Estados Unidos.
Desafortunadamente, tras la derrota de Trump el martes en las primarias de Wisconsin, me temo que el puntero en la contienda republicana enfatizará aún más sus propuestas populistas y xenófobas para seguir acaparando titulares y atraer a más votantes de extrema derecha a las urnas.
Trump ha dicho que su familia está urgiéndolo a que se conduzca de un modo más “presidencial”, pero me temo que sacara de la manga nuevas propuestas descabelladas en las próximas semanas para tratar de terminar de ganar las primarias. Su nueva propuesta de reducir las remesas familiares va en esa dirección, pero llevaría a más pobreza en México, y mas migración a Estados Unidos.