Las adolescentes entre once y veintiún años de edad deben visitar el médico, por lo menos una vez al año.
La etapa en donde una niña se convierte en mujer implica cambios físicos y hormonales que pueden llegar a abrumarla y confundirla, por ello, en este período se debe acompañar de chequeos preventivos que puedan asegurar a la nueva mujer de que todos estos cambios se producen adecuadamente, para ello, el doctor Pedro Cazorla, médico especialista en adolescentes de Clínica Delgado, explica todo lo que una mujer debe tener en cuenta en el paso de la niñez a la adolescencia.
En el ciclo posterior a la primera menstruación se deben realizar evaluaciones respecto a los cambios en talla, peso, órganos reproductores, crecimiento mamario, detectar presencia de acné e identificar los periodos menstruales. Además, se debe enseñar a la paciente sobre cómo examinar sus propios senos en busca de anomalías.
También, la adolescente debe realizar un examen ginecológico completo que incluya un examen pélvico y una prueba de Papanicolau, tan pronto se vuelva sexualmente activa, o ante el primer síntoma de un posible trastorno ginecológico. Es importante tener presente que la visita al médico para este procedimiento tiene tres propósitos principales:
– Informar. La paciente debe saber sobre los cambios que experimentará.
– Asesorar. Es importante enseñar sobre la prevención del embarazo y las enfermedades de trasmisión sexual.
– Alertar. Ofrecer el tratamiento ante cualquier malestar que se padezca.
“La primera visita al ginecólogo puede resultar difícil para la adolescente por ello, lo ideal es que sea acompañada por la persona con la que tenga mayor confianza”, explica el Dr. Cazorla.
Finalmente, es importante que no solo haya un examen físico, sino también un examen nutricional y psicológico.