“Estoy muy preocupado por las noticias que recibimos sobre un cierre creciente de las fronteras europeas en la ruta de los Balcanes, ya que esto creará más caos y confusión” y “muy probablemente aumente el flujo irregular”, dijo.
Grandi reaccionaba al rechazo de Macedonia de dejar pasar por su territorio a afganos, provenientes de Grecia, que buscan llegar al norte de Europa.
Con esta decisión existe un riesgo de que miles de personas, provenientes de Turquía, queden bloqueadas en Grecia.
“Esto aumentará la carga sobre Grecia, que ya tiene una responsabilidad muy pesada” y “creará un caos en los países que reciben a migrantes y refugiados”, añadió.
Crisis migratoria
La decisión de Austria de limitar el tránsito de migrantes por su territorio empezó a repercutir negativamente en Grecia, que protestó, y disgustó también al gobierno alemán, a tres días de una importante reunión de la UE.
Desde el viernes, Austria limita a 80 el número de demandas diarias de asilo en su territorio, y a 3.200 el número de migrantes en tránsito.
Dos días después, Macedonia cerró la entrada desde Grecia a los afganos, sin dar ninguna explicación oficial, según el ministerio griego de Política Migratoria. Este lunes la medida seguía vigente.
Según una fuente policial, el ritmo de entrada de migrantes en Macedonia desde la ciudad griega fronteriza de Idomeni, abierta a sirios e iraquíes, “se ha ralentizado fuertemente”, por lo que más de 5.000 estaban bloqueados este lunes. Entre ellos había entre 500 y 600 afganos.
En tanto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indicó que más de 100.000 migrantes y refugiados llegaron a Europa a través del Mediterráneo en lo que va de año.
Hasta este martes, un total de 102.547 desembarcaron en Grecia y 7.507 en Italia, según la OIM. “Hemos alcanzado esta cifra en dos meses” cuando en 2015 el listón de los 100.000 no se superó hasta el verano boreal, subrayó un portavoz de la organización, Itayi Viriri.