Tsai Ing-Wen es la primera mujer presidenta en Taiwán
Publicado el 16/01/16
Tsai Ing-wen, líder del principal partido de oposición en Taiwán se convertirá en la primera mujer presidenta de la isla después de que la formación en el poder, Kuomintang (KMT), reconociera su derrota en la elección presidencial del sábado.
“Lo siento. Hemos perdido. El KMT ha sufrido una derrota electoral” admitió el candidato presidencial del KMT, Eric Chu, en una alocución ante seguidores en la sede del partido en Taipéi.
Tsai Ing-wen, líder de la principal formación de oposición, el Partido Democrático Progresista (PDP), será así la primera mujer en acceder a la jefatura del Estado en Taiwán, y podría poner fin a ocho años de acercamiento con China.
Esta antigua profesora universitaria de 59 años sucederá al actual presidente, Ma Jing-jeou (KMT), quien puso en marcha una inédita política de acercamiento con Pekín.
Según un recuento difundido previamente por la televisión taiwanesa FTV sobre más del 50% de los votos, Tsai encabezaba claramente el recuento con 58,1% de los votos. El candidato oficialista Eric Chu, de 54 años, quedaba muy distanciado, con 32,5% de votos, según esta fuente.
Tsai, que ya era favorita de los sondeos, pudo beneficiarse de la desconfianza de una parte de los electores taiwaneses hacia China y de su frustración con el estancamiento de la economía.
Las relaciones con Pekín mejoraron desde la llegada al poder en Taiwán de Ma en 2008, alcanzando su momento más alto a finales de noviembre en una reunión histórica en la isla con el presidente chino, Xi Jinping, la primera desde la separación de ambos territorios hace más de 60 años.
Aunque este acercamiento permitió la firma de acuerdos comerciales y un boom turístico en Taiwán, muchos habitantes temen que la isla se vuelva dependiente de Pekín, perdiendo así su identidad y soberanía.
Además, muchos taiwaneses se sienten abandonados por la política, que sólo beneficia, a su juicio, a las grandes empresas.
“Taiwán necesita cambios, económicos y políticos”, explica Lee, un elector de 65 años. “El gobierno se apoyó demasiado en China. Eso es perjudicial para nuestra democracia”.
El territorio sigue su propio rumbo desde 1949, cuando los nacionalistas del KMT, liderados por Chiang Kai-shek, se refugiaron en la isla tras la victoria de los comunistas de Mao Zedong.
Tras la muerte de Chiang, Taiwán abrazó poco a poco la democracia. Sin embargo, China considera todavía la isla como una parte integrante de su territorio.
– Advertencia de Pekín –
La líder del PDP defiende que Taipéi debe abandonar la dependencia económica de Pekín y asegura que ella escuchará a la opinión pública en lo que respecta a las relaciones bilaterales con China.
Como muestra de este pragmatismo, Tsai subrayó que se mantendrá el statu quo actual, diluyendo así el discurso tradicionalmente independentista del PDP.
En 1992, se alcanzó un consenso entre las dos partes que establecía el concepto de “una sola China”, una formulación suficientemente equívoca para poder ser interpretada de manera diferente de un lado y del otro del estrecho de Taiwán.
El objetivo de Tsai es tranquilizar a Pekín, pero también a Estados Unidos, principal aliado de Taipéi, que teme por la estabilidad en la región.
China descartó mantener relaciones con un dirigente que no reconociera que Taiwán forma parte de “una sola China”.
La mayoría de expertos consideran inevitable una cierta degradación de las relaciones entre ambos territorios.
La victoria de Tsai supone la segunda presidencia de su formación desde los dos mandatos consecutivos de Chen Shui-bian (2000-2008).
El PDP espera también poder obtener la mayoría de los 113 escaños del parlamento monocameral en las legislativas, que también se celebran este sábado, gracias al voto de los taiwaneses descontentos con sus condiciones de vida.